lunes, 14 de enero de 2008

¿Que buscamos en nuestras relaciones?

Hoy en día las relaciones personales son muy complicadas y cargadas de conflicto.
Es como que la meta de ellas no es hacernos felices sino que buscamos “salvarnos”. De esta manera es que resulta muy frecuente nos desilusionemos una y otra vez.
- Mi pareja es celosa y yo era el “dueño” del control.
¿Cómo hacer para que los dos veamos la situación inconsciente?
Nada más que buscar en uno mismo. No es necesario que éste “loco” mundo sea “cuerdo” para lograr la propia “cordura”. No hay que acusar a los otros de su inconsciencia.
Si uno comienza a discutir, se identifica con una posición mental (que dije, ¿mente?), su ego se hizo presente y nos hace inconscientes.
Hay que estar alertas, no involucrar al ego, no culpar, no acusar o hacer daño al otro.
Si el otro actúa inconscientemente, hay que abandonar el juicio. Si no enjuicia entonces, no es juez y esto da libertad para ser uno mismo.
Si así sucede, en lugar de aportar “sentencia” aportará “claridad” y esto suma, en tanto lo primero anula el diálogo porque el “sentenciado” no reconoce el juicio.
Esta claridad es tan positiva que permite aceptar todas las cosas y personas sean como son.
Si así sucede, su pareja no puede quedarse con Ud y permanecer inconsciente.
Si los dos ven esto, mucho mejor ya que podrá comenzar una nueva relación entre ambos. Entre ambos corazones, y no entre ambos egos como era anteriormente.
Así, como los corazones hablan con amor y los egos necesitan el conflicto para sobrevivir y, el resultado está dicho.
Si aprendemos a expresar los pensamientos y sentimientos mutuamente, tan pronto ocurran (sin filtros) sucede que las respuestas serán de la misma manera y al aprender ambos a expresarse abiertamente sin acusar, aprenderán a escucharse. De hecho, ya no habrá acusaciones ni necesidad de defenderse ni atacar, patrones necesarios para fortalecer o proteger al ego.
Dar espacio al otro es vital, sin éste no es posible que el amor florezca.
Por el contrario, si su pareja aun mantiene como guía a su mente-ego, un escenario de claridad resultará muy amenazador para el ego. Este se sentirá tambalear y hasta corre el riesgo de derrumbarse totalmente, lo que producirá la pérdida de la identidad. Es entonces de esperar desde el otro una necesidad de buscar el conflicto para sentirse "fortalecido", nuestra respuesta debe ser la no respuesta, es decir no reaccionar sino tratar de aportar serenidad y responder desde el corazón.

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