lunes, 28 de enero de 2008

La negatividad o "el que no llora no mama"

Siempre que resistimos algo es que lo consideramos negativo y lo negativo es resistencia.
Casi podemos decir que nuestra negatividad (resistencia a ...) va desde la irritación o impaciencia a la rabia furiosa.
En ocasiones, cuando estas situaciones nos encuentran "sin defensas" resistir dispara el dolor y el sufrimiento en cuyo caso situaciones sin importancia producen negatividad extrema llevando a la ira, depresión o tristeza profunda.
Aquí la mente supone que con negatividad puede manipular la realidad cambiando lo indeseable por algo deseable, sólo que lo único que hace es impedir que lo deseable surja.
Con esto el ego justifica su existencia y se fortalece porque se considera solución.
En las emociones negativas podemos encontrar un mensaje que es necesario escuchemos pero los cambios servirán si son profundos, los demás sólo será "cosmética".
La negatividad sólo surge cuando nos somos consientes de nosotros mismos y podemos usarla a nuestro favor considerandola como un aviso que nuestra conciencia está dormida y haya que despertarla.
Despertar nuestra conciencia es como empieza a aceptar, es dejar de resistir, es comenzar a aprender a perdonar.
Aceptar no significa resignarse al otro o nuestro silencio. Podemos decirle que no nos gusta lo que hace o todo en lo que no estamos de acuerdo pero lo que si será es que su respuesta no tendrá poder sobre nosotros.

No hay comentarios: