miércoles, 2 de enero de 2008

La historia de un hombre perfecto (cuarta parte)

Por ahí sentí que necesitaba un cambio ... y me saqué la barba y me sentí mejor, mucho mejor, más libre y diferente. Tanto que me dije "ahora tendré que conocerme" Podré saber quien soy realmente?
Me miré al espejo y me pregunté ¿que te parezco ahora? Es la primera vez que sacas provecho de ser "esquilado". JA !!!
Bien... y ahora ¿Qué?
Tengo que aprender, tengo que incorporar el conocimiento y ... se me ocurrió que
"el conocimiento será la luz que iluminará mi camino"
Cuanto más sepa, más me conoceré y aprenderé a elegir. ¿por donde empiezo? y empecé ...
¿en que se parece la necesidad al amor? .... .... .... Necesité del amor de mi mujer porque no podía amarme a mi mismo. Esto era muy terrible porque al no poder amarme no podía amar a nadie, y esto era porque íntimamente yo no gustaba de mi.
Al entender esto comencé a "verme" y no estaba mal. Mi expresión no era ni triste ni de vencido sino que era alegre, inocente y desafiante.
EH!!! pero ese no soy YO !!! Mi Yo interior responde ... ese es tu potencial, está en vos conseguirlo! Nunca se te ocurrió que podías decir lo que sentías, lo que pensabas? Nunca se te ocurrió que podías hacer lo que quisieras? Siempre te ocupaste de hacer lo que se esperaba de vos, intentando agradar a quienes te rodeaban.
Fui feliz intentándolo? No, No, No .... no tenía tiempo de serlo. Tenía que estar "en guardia"
Y otra vez preguntas y más preguntas !!!
No hay preguntas sin primero no hay un esbozo de respuesta.
¿porque buscaba agradar? ¿tenía alguna ambición? ¿porque era ambicioso? ¿o no lo era?
La ambición que perseguía era por algunos bienes materiales para dar "seguridad" a los mios. ¿o a mí? Si decía mi ambición era ser feliz, pero no lo era y no sabía como.
Miles de preguntas vinieron a mi mente pero ésta se negaba a responder y escondía las respuestas. Siento como que se protegía de la verdad ... que sabía que si las respuestas salían a la superficie la mente daría lugar al corazón.
Así el verdadero Yo iría creciendo y el viejo se iría desvaneciendo.
Voluntad es lo que me ayudó y la osadía fue mi aliada frente a preguntas vertebrales.
Muchas veces la semilla de la duda apareció pero la voluntad y la osadía impidieron germinaran.
El conocimiento mató al miedo y la duda y fue y es, el combustible para crecer.

No hay comentarios: