miércoles, 14 de diciembre de 2011

Ser Feliz, Receta

Hoy escuchaba en la radio una publicidad que decía “No existe una receta para ser feliz”.

Si pensamos un poco la frase sin incluir el contenido publicitario que la acompañaba podemos creer en primer momento que es una gran verdad.

La realidad es que es una verdad a media ya que si bien no existe una receta para ser feliz sino una por cada personal que lo desee realmente, es decir habría una receta por cada individuo aunque muchas en varios aspectos se parezcan.

Lo que siento al respecto es que SI hay una receta para ser feliz !!!

Esta receta es "buscar por todos los medios SER uno mismo, identificarse con uno. Revisar que somos y ver si coincide con lo que queremos ser y luego de esto ver que cosas no eran y buscar los caminos para conseguirlas".

No hablo respecto a que tenemos, a como es nuestro trabajo, nuestra pareja… no, nada que ver con eso… hablo respecto a como nos sentimos con nuestro trabajo, con nuestra pareja, con nuestros amigos, con la familia, los hijos, los padres… pero principalmente

CON NOSOTROS MISMOS

De aquí parte la receta para ser feliz, de que tanto coincide lo que deseamos ser con lo que en realidad somos.

Cuanto más se parezca una cosa con la otra nuestra “satisfacción con nosotros mismos será mas completa será” y esto, sin duda alguna, hará que nuestro vínculo con los otros sea más integro, más directo, más auténtico, más honesto.

Todo esto provoca que todos los otros tengan buenas sensaciones y sentimientos hacia nosotros y eso alimentará nuestra sensación de plenitud y lo que llamamos “felicidad” dirá presente en nuestra vida.

Esta es mi receta para alcanzar la felicidad… “Es la búsqueda permanente de la coincidencia entre lo que somos y lo que deseamos ser y actuar para que se parezcan lo máximo posible” sin entran en la desesperación por conseguirlo YA.

Esto último empaña y casi diría que anula la búsqueda porque el stress que genera la presión de lo instantáneo diluye el objetivo que deseamos alcanzar.

Así que si quieres ser feliz, aquí tienes una receta.

Si la sigues al pie de la letra, tendrás buenos resultados en un tiempo dependiendo de que tan lejos este tu hoy de lo que deseas para ti… y de que tanto empeño pongas en acercarlos.

Después de algún tiempo, con algo de experiencia en preguntarte y responderte con verdad (sin auto-engañarte, cosa muy habitual en nosotros) podrás agregarle matices personales a la receta y hacerla tuya.

No pongas en los otros la razón de tus frustraciones, esa razón está en ti y sólo tu puedes cambiarlo.


La vida es bella siempre, aun en circunstancias aparentemente adversas.


Inténtalo, prueba, sigue buscando, transita el camino y disfrútalo… está bueno!!!

martes, 13 de diciembre de 2011

Fin de año, ¿Cómo nos encuentra?

Todos los años pasa lo mismo… llega el final del año y siempre nos hacemos las mismas preguntas

¿Qué nos pasó?
¿Qué intentamos hacer?
¿Alcanzamos nuestras metas?
¿En nuestro trabajo? ¿En nuestra familia? ¿En nuestra pareja?

Decenas, cientos de preguntas!!! Y muchas sin respuesta.

Esto es lo peor ya que estas preguntas sin respuesta nos dejan un vacío muy difícil de llenar.

También encontramos muchas respuestas que no nos gustan porque fueron fracasos o dicho de otra manera bastante menos doliente… hechos que no salieron como nos hubiese gustado o que no cumplieron todas nuestras expectativas.

También pasa que nos embarcamos en algunos nuevos proyectos… de trabajo… “emprendimientos”… o de pareja…”trajimos a nuestra pareja a vivir con nosotros”…

Y, aunque parezca mentira… muchas veces estas cosas no fueron todo lo que esperábamos, no fueron todo lo que proyectamos en eso… puede ser que el “emprendimiento” se demora más de lo previsto en arrancar, en comenzar a dar frutos que completen los ingresos que pensábamos… o esa pareja que entró en casa, luego de un tiempo no fue todo lo esperado y su presencia ya no es tan esperada… tan deseada como cuando se tomó la decisión y en estos caso dar marcha atrás es muy complicado…

Que hacemos cuando no conseguimos acomodar nuestro ego al ego invitado… o que hacemos cuando no conseguimos encontrar la tranquilidad en esos momentos que necesitamos estar solos (con nosotros mismos) y siempre está esa figura que no podemos evitar aunque sea por todo un día y su noche.

El stress que estas situaciones y otras hace que muchas veces perdamos el control, que nuestros nervios nos jueguen una mala pasada lastimando a quienes no tienen que ver en la cosa e incluso, ponemos en otros la responsabilidad de lo que nos pasa porque nos negamos a ver lo evidente.

¿Cómo se hace para evitar o reducir estas situaciones tan odiosas y peligrosas?

Tenemos que encontrar un grupo de contención y conseguir hallar la manera de recuperar nuestro eje para no perder el equilibrio.

No es fácil y requiere de un trabajo muy profundo de autoconocimiento y control de uno mismo… en beneficio de uno, en principio y en el de los que están relacionados con nosotros.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Hacer que los sueños sean...

La mayor parte de un sueño se basa en lo que hacemos por él y no en lo que decimos de él.

La ansiedad nos lleva desear que todo suceda YA, como por arte de magia… en un abrir y cerrar de ojos!!!

El ímpetu es apasionante, como en todo comienzo, pero es que en esa fuerza corremos el riesgo de atropellarnos. Las metas necesitan de dos cosas fundamentales: objetivos claros y paciencia.

Para cumplir un sueño, deberemos saber que tendremos que esforzarnos si es que en realidad queremos alcanzarlo y el sacrificio será presente.

Hoy día casi todo es instantáneo… estamos acostumbrados a la “ley del mínimo esfuerzo”… y la cultura de lo instantáneo nos hace creer que es posible lograr metas a corto plazo, pero no siempre sucede.

Esto de pretender todo YA nos lleva a que la tolerancia a la frustración sea escasa y cuando se nos atraviese el mínimo problema tenderemos a abandonar los objetivos y el sueño que proyectamos quedará como un mal recuerdo.

Esto le sucede a muchos y en estos tiempos casi no hay proyección a planes de largo plazo.

Todos somos, en America, hijos de grandes soñadores. En su gran mayoria, Europeos que decidieron cruzar el Atlántico en busca de un sueño.

Ellos soñaron a principio de 1900 y con su cultura al trabajo de manera incansable y de a poco, con gran sacrificio y mucha dedicación trazaron su camino hasta alcanzar su sueño.

Muchos de aquellos soñadores vinieron a “hacer la América”, es decir… a ahorrar dinero para regresar a sus países de origen y comenzar de nuevo, pero eso no fue porque esos soñadores cambiaron sus objetivos y metas. En vez de ellos regresar, trajeron a sus familias porque vieron que aquí estaba todo por hacer.

Ese ímpetu hizo grande a este continente y creció junto a esos soñadores.

Hoy pasa que muchos valores e instituciones están en crisis y es por eso que los proyectos, las metas o los sueños queramos lograrlos de un día para el otro, sin experimentar la búsqueda, el camino, los aciertos y los fracasos que implica poder obtener alguna aspiración.

¿Cuáles son algunos de los valores que faltan en esto de pensar en el resultado sin tener él cuenta el proceso?
Uno de ellos es el compromiso.
La responsabilidad es fundamental para lograr una meta: no ser contradictorio entre lo que se dice y se hace, ni con uno mismo ni con las personas involucradas. Hay que tratar de ser ordenado en los objetivos y el principal involucrado en la meta tiene que demostrar su esfuerzo trabajando igual o más que sus compañeros.

Otro valor que escasea es el sacrificio.

Todos podemos ser ingeniosos y tener excelentes ideas, pero lo más admirable es saber llevarlas adelante.
Muchas personas sueñan enormes sueños pero frente al gran trabajo que significa hacerlo realidad dejan al sueño en eso… en un sueño y quedan frustrados. Se quedaron en palabras!

Ser creativo es sólo una parte de la tarea. El 90 por ciento de un sueño se basa en lo que hacemos por él y no en lo que decimos del mismo… se basa en que tanto trabajamos por él.

Conseguir recuperar los valores perdidos es el primer paso para pensar un sueño.

El ser y el hacer son inseparables para poder lograr nuestros sueños, metas, objetivos, planes o como queramos llamarles.

Proyectar a largo plazo y la cultura del trabajo será la mejor forma que aquellas ideas se conviertan en realidad.

Es claro que uno puede proyectar a largo plazo… pero de la mano a esto van junto unos cuantas metas más cortas que enlazan nuestro presente con ese futuro soñado.

Los ideales se concretan haciendo.