La historia de un hombre perfecto (segunda parte)

Que había pasado en nuestro mundo? Ocupado en tantas cosas pasé por alto un millón de señales invisibles para mí.
Porqué cambiar lo que había "funcionado" durante décadas? Porqué cambiarlo? Si todos quien nos conocía aprobaban lo que veían.
Ahora entiendo que aprobaban lo que veían, lo que mostrábamos. No veían debajo de la superficie.
Abandonar al "ser" perfecto era como decidir continuar a "ciegas" por una vida que se presenta desconocida o, al menos, tan lejana que estaba olvidada.
Las primeras semanas fueron a la deriva, no entendía que había pasado y no sabía buscar por donde comenzar.
Poco a poco algunas ideas (pretencioso sería decir que algo de luz llegó a mí) se acercaron y me alimentaron y dieron lugar a aprender a encontrar. Muchas veces estas ideas no parecían tener conexión pero poco a poco comenzaron a unirse y mostrar un camino que me fue (y lo hace hoy) ayudando a encontrar detalles no pensados acerca de quien era YO, el verdadero.
He aprendido que la vida es deliciosa, pero si no la aceptamos es muy amarga. Todos los días me pregunto, Cuanto tardaré en encontrar a mi verdadero YO? Y no puedo hacerlo así como así porque el falso YO está muy arraigado. Lo conseguiré cuando encuentre las respuestas, algunas ya las encontré.
Como llegué a ser así?
Por miedo, por acotar lo variable que me daba inseguridad, por tener todo bajo control. Esto me daba la seguridad que necesitaba aunque sólo fuera una ilusión.
También fue por demostrar lo que soy a quienes esperaban cosas de mí.
Ahora digo, si realmente uno ES, porque necesita demostrarlo?
Tal vez con este descubrimiento podría regresar con mi mujer e hija, pero sería bueno para ellas estar con un SER a medias? o es mejor que a la verdad encontrada la enriquezca un poco más para SER más completo?
Creo mejor enriquecerme recorriendo el sendero de la verdad, aprendiendo del silencio, hablando con la mirada, buscando el auto conocimiento, y con voluntad y osadía hallar nuestra verdad.
Aquí si estaremos, Yo y mi verdadero Yo, listos. Listos para todo, para lo chiquito y para lo grande. Para mejorar lo viejo y construir lo nuevo.