martes, 1 de enero de 2008

La historia de un hombre perfecto (primera parte)

Hace poco tiempo vivía YO, y pensaba que era bueno, generoso y amoroso. Hacía todo lo que se pensaba era "bueno". Llegaba a casa temprano del trabajo, mi mujer era mi única mujer, hacia el desayuno siempre (y lo llevaba a la cama!), ayudaba con las cosas de la casa, jugaba con mi hijita y la cuidaba. También ayudaba a mis amigos y siempre ellos encontraban en mi una palabra justa.
Pasó que en casa algunas cosas comenzaron a mostrarse no estaban bien, pero YO lo aceptaba porque pensaba que no podía dejar conforme a todo el mundo y, en promedio, tenía taaanto a favor que algunas cosas se podían "dejar" pasar. También pensaba que algunos reclamos de mi mujer eran por estar sometida a presión laboral (trabaja con un padre "perfecto" ... ummm) y al stress acumulado hacia el fin del año y que no era grave. Unas buenas vacaciones, relax y todo vuelve a su lugar.
Pero no era tan simple. El principal problema era que tan a gusto me sentía con ser YO que dejé de ser el YO verdadero, es decir, reemplacé el YO espontáneo, emocional, sincero, sorprendente y que se dejaba sorprender por un YO que hacia todo bien y tenia todo en control. Elegí ese papel y para poder hacerlo bien tuve que dejar de vivir cada escena y las "dirigía" o trataba, al menos.
Aquí todo se rompió. La alternativa (ahora la veo) era dejar el papel de dirigir para reaprender a ser el YO auténtico o perdía mi mundo.
Perdí mi mundo porque no supe esto a tiempo. Porque no supe esto a tiempo?
Porque hacía tan bien mi papel que no pude ver que la realidad que realmente importaba se estaba escapando. Tal es así que cuando hablaba con amigos y familia cercana sobre lo que estaba pasando, todos decían que era cosa del momento y que en 2 ó 3 meses todo quedaría en el olvido. Claro ellos veían "la película".
Nada de esto fue así y ahora me doy cuenta que si amaba a mi mujer pero que ese amor se fue modificando por el amor al papel que estaba representando (me salía muy bien) y poco a poco todo terminó.

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