domingo, 16 de diciembre de 2007

Carta abierta a mí ex

Sé que ya lo dije, pero no sé si me has escuchado. Lo dejo aquí para que lo tengas cuando quieras.
Este mes es el más especial del año para nosotros ya que celebramos las únicas fiestas que se renuevan todos los años desde que tenemos memoria.
Están presentes nuestros más caros afectos, padres, abuelos, tíos, hermanos, primos y, en medida que fuimos creciendo algunos se fueron y otros se incorporaron.
Una separación es dolorosa siempre porque el amor roto no se acepta fácil, pero en las fiestas puede ser mayor que en cualquier época del año por el contraste de que se produce entre nuestros corazones vacíos con los de quienes están cerca.
Talvez si uno pudiese perdonarle al otro todo lo que hizo, lo que no hizo y lo que dejó de hacer por la pareja y, sobretodo, perdonarse todo lo que hizo, lo que no hizo y lo que dejó de hace por la pareja signifique poder afrontar estos días un poco mejor, con nuestro interior algo más tranquilo, sin reprochar ni reprocharnos nada.
Talvez sirva para encontrar un momento de paz y reflexionar que es lo que verdaderamente queremos.
Talvez sirva para ver de donde venimos, adonde estamos y hacia donde queremos ir.
Talvez sirva para que dejemos de torturarnos por el pasado y este presente no querido, tan confuso y doloroso.
Talvez sirva para encontrar un camino.
Talvez sirva para aprender a elegir metas que una vez alcanzadas nos dejen la sensación que pagan menos que lo que pagamos por alcanzarlas.
Talvez sirva. En cada uno de nosotros está la llave.
Quizás sea posible, sólo hay que intentarlo.

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