miércoles, 29 de abril de 2009

Foto imaginaria


A veces, cuando cierro los ojos, veo una imagen… que se mueve… un mini film.

En el hay un hombre y una mujer… sentados... como abrazando sus piernas… uno al costado del otro… sobre la arena… mirando el mar… y el reflejo deformado de una luna de plata.

Entre ellos flota un diálogo mudo… miradas perdidas que se juntan en el horizonte negro de la noche.

Se incorporan y caminan… uno a tirar unas piedras al mar… el otro… a lavarse los dientes…

jueves, 23 de abril de 2009

Tratáaame bieeen!!!

¿Lo escuchaste? ¿Lo viste? - Pensar que eso les pasa a más personas de las que uno imagina!!! - me dijeron.

De esto nos damos cuenta cuando nos abrimos a escuchar y ver lo que le sucede al resto de las personas y salimos un poco del minimundo que crea nuestro ego sobredimensionado.

El ego en el afán de protegerse de sus miedos, busca controlar y dominar todo lo que lo rodea y anula el resto.

Pero ¿que es lo que tiene que suceder para que el ego ceda?

Seguramente un fuerte golpe de la vida, alguna pérdida o ruptura que nos deja atónitos y, a veces, reaccionamos.

Esta “reacción" puede significar que ¿Hemos crecido? ¿Hemos trabajado para reducir el ego y aumentar la autoestima? O será acaso que la vida nos golpeó nuevamente? Y nos despertó del mundo de irreal que nos planteaba ese juego de la mente… o demente.

Vaya a saber cuales son los mecanismos internos que actúan en estas circunstancias…

Y en la pareja… o en general, sucede que creemos que los problemas que se nos presentan son únicos y que somos las únicas víctimas y esto hace que nos cerremos en nosotros ahogándonos poco a poco y cerrando la posibilidad de que entre un poco de aire fresco que nos despierte a la realidad.

Los problemas, son eso… problemas. Sólo eso. No tienen potencia, no importa cuan grandes parezcan.
Nosotros, cada uno de nosotros puede con ellos… pero, el verdadero problema es no querer ocuparse del problema, valga la redundancia.

Normalmente gastamos o perdemos todas nuestras energías preocupándonos por los problemas… pero hacemos nada por resolverlos o pretendemos resolverlos solos y nos olvidamos de los involucrados que son parte de la solución. Y esto desgasta, erosiona nuestra persona… mina nuestras ganas de hacer… y poco a poco todo se desmorona.

Cuando esto pasa, sentimos una gran angustia, frustración, ahogo… sentimos nos hundimos… y nos aferramos a cualquier cosa que nos sostenga… y a veces nos aferramos a algo que termina hundiéndonos implacablemente.

¿Y? Y el dolor se hace grande y nos cerramos y dejamos fuera todo… lo bueno, lo malo… lo que nos hacia mal y también lo que nos hacia bien… y todo se esfuma.

Talvez seria interesante pensar que un “Tratáme bien” en esos momento podrían ser un inicio de solución… talvez un pacto de no agresión y cambiar un pre ocuparse por un ocuparse de las cosas que están mal… puedan conducir hacia la superación de los conflictos.

Talvez sacando afuera lo que nos angustia, dejando de lado lo malo y dando importancia a lo bueno.

Recuerdas aquello que te hacia llorar y temblar de emoción?... No? Vagamente? Haz un esfuerzo y tráelo al hoy que es importante. Puede Salvarte… a vos, que sos lo importante.

Todo lo demás… se da sólo. Sólo con entrega… nada más.

sábado, 18 de abril de 2009

Dejarse sorprender… Soltarse…

Dejar fluir, que todo fluya!

Permitir, el juego… incorporarlo a nuestra vida… enriquecernos!!!

Te pregunto ¿si eres más rico?... ¿le gustarás a más personas?

¿Si eres más rico? ¿Te gustarás a ti?

Si tus respuestas son SI, vivirás más feliz.

Y si aprendes a dejarte sorprender… si aprendes a soltarte… si aprendes a vivir más relajado… talvez puedas sentir mucho más la vida…

Sino… mira el video… me llego del “espacio ciberal” bah… me lo mandaron por mail…

“Ocurrió en la estación Liverpool del Metro de Londres el 15 de enero 2009, todos fueron a trabajar después con una energía maravillosa. 70 bailarines mezclados con los pasajeros acaban integrándolos en su baile. Una prueba más de cómo nos influye lo que sucede a nuestro alrededor, de igual manera podemos influir positivamente en el ánimo de la gente a nuestro alrededor.

El show fue planificado y ensayado durante 8 semanas sin que el público lo supiera. El resultado en:

miércoles, 15 de abril de 2009

Confortablemente adormecido o…

Vivimos construyendo rutinas diarias que necesitamos para desenvolvernos día a día.

Muchas conductas son en automático y es cierto en muchos casos necesitamos que así sean para simplificar nuestra vida. Ya conocemos estas rutinas, nos resultan cómodas y tenemos las costumbres incorporadas. Pero...

¿Qué pasa cuando por mantenernos en esta zona cómoda, nos conformamos y por miedo a lo nuevo y/o al cambio no nos movemos de ese lugar?

Lo cómodo de quedarnos en lo seguro puede ser un refugio aparente que nos mantiene a salvo de algo ¿malo? que pudiese ocurrirnos por arriesgarnos a lo nuevo. Sin embargo, esta actitud tiene como contraparte algo oculto que pone en jaque nuestra autoestima y la posibilidad de ser feliz.

La comodidad de lo seguro arriesga y reprime aquellos anhelos que anidan en lo profundo de nuestro ser. Cuando nos conformamos con lo que tenemos y no hacemos nada por crecer, mostramos una aparente tranquilidad, albergando sentimientos de apatía y vacío en nuestro interior. Esto influye en todas las áreas de la vida, porque no tenemos disponible la energía para impulsar nuevas cosas en donde podamos desarrollar todo el potencial.

Nuestros sueños se expresarán tarde o temprano "pidiéndonos" que hagamos algo con ellos. Es un llamado ineludible desde nuestro interior que reclama que nos hagamos cargo de la vida desde un lugar diferente, aunque nos “hagamos los tontos” mirando hacia otro lado.

Lo de adentro nos genera una insatisfacción o desgano que muchas veces no sabemos de dónde viene y se muestra en el cuerpo con dolores de cabeza, fatiga y malestar general, entre otros.

Posiblemente estemos satisfechos con lo que tenemos y pero nada nos conformará realmente y es por eso nos llenamos de actividades para no sentir o pensar.

Alguna vez dije… me encanta mi trabajo y... gano mucho… pero no tengo tiempo para “gastarlo”.

A esto me refiero, a disfrutar de lo que hemos alcanzado, valorando y celebrando los logros con gratitud, y desde nuestro espíritu lleno lo impulsemos a conseguir nuestros sueños.

Los resultados que decimos queremos se produzcan en nuestra vida necesitan que hagamos un cambio en nuestra consciencia para que nos ayude a salir de esa zona que nos tiene atrapados aparentemente a salvo, para elegir y aplicar nuevas actitudes nos acerquen a lo que queremos nos ocurra y que aún no nos está pasando.

Y ¿Cómo producimos ese cambio? ¿Cómo nos damos cuenta que hacer? ¿Cómo se hace?

Lo más importante es aprender a mirar para adentro… aprender a dejar a un costado la “comodidad” de nuestra conducta vaga y comencemos a luchar por lo que soñamos con entrega y pasión.

No es fácil hablar con uno mismo… casi parece ¡de locos! y además, trataremos de engañarnos. Pero, que tal si tomamos lápiz y papel y hacemos una lista con lo que nos gustaría nos suceda en la vida, en distintas áreas (familia, pareja, trabajo, amistades, etc).

En la misma lista hay que escribir para cada cosa, que hacemos a favor y que en contra (seamos sinceros), destaquemos e incrementemos lo positivo y renunciemos (o intentemos reducir) lo negativo.

Ahora bien, ¿porque hay tantas cosas negativas o conductas “protectoras”? ¿A que le tememos?

Miremos cada cosa y tratemos de reemplazarlas por actitudes que nos ayuden con nuestros deseos, busquemos hacernos fuertes en agradecer todo lo que hemos logrado y concentremos nuestra energía en nuestros sueños… postergados.

Cuando consigamos trasponer la barrera de la comodidad nos sorprenderemos de todo lo que somos capaces de ser, hacer y obtener.

Siempre aparecerá algo de miedo en distintas circunstancias, pero no es nuestro enemigo. El miedo es quien nos hace fuertes.

Se dice que Valiente es el que tiene miedo pero sigue adelante. Si aprendemos esto, la vida es nuestra, seremos dueños de nuestro destino… y depende de cada uno

¿Entre que debemos decidir? ¿Cuál es la elección?

A.- Confortablemente adormecido
b.- Vivito y coleando


y cuando aparezca el miedo ¿que cara le mostraremos? La de A o la de B?

Depende de cada uno y podemos empezar cuando queramos

Inspirado en Ana C. Vera, www.anaceciliavera.com.ar

Rendirse para ganar

Rendirse al amor o no?

Claro que si, me rindo… el lo que me sale decir, pero el amor es rendirse al otro?

Si y no, depende.

Muchas veces se toma a la relación con un terreno en el que tiene que haber un dominador y un dominado… y si es así no hay amor, hay egos.

El amor no es una lucha de egos y para que el amor perdure éste debe superar a los amantes.

Los amantes son cuerpos y el amor es espíritu.

El amor sucede cuando uno se rinde al otro y allí se produce la “entrega”, y este es el impulso más tierno del corazón.

Rendirse no es claudicar, no es ceder.


Rendirse es tener fe que nuestro amor puede lograr cualquier cosa.

Pero no hay que rendirse al ego del otro eso no es espiritual, eso si es claudicar!

Cuando uno se rinde al corazón del otro consigue la victoria más grande de su vida porque en ese acto el otro también se ha rendido a nuestro corazón y esos espíritus se han conectado para siempre. En este momento se descubre el secreto de la comunión entre esas almas y se transforma en algo sublime.

Esto es rendirse, es entrega verdadera.

Cuando esto no sucede, el amor se apaga y muere.

Por eso el amor nace en el enamoramiento, se desarrolla en el idilio y, normalmente en el matrimonio, llega a una meseta donde cada uno aporta un manojo de necesidades de cada ego y en donde se podrá vivir en una constante tregua intranquila.

Esta pareja podrá vivir así o elegir buscar otro camino… el de la entrega.

Poco a poco nos reconoceremos diciendo “para nosotros” cuando antes decíamos “para mí” o “para vos”, y será desde entonces en que nuestro espíritu habitará en el corazón del otro y nuestro corazón albergará al espíritu del otro.

Con esto hay que tener cuidado, porque si el ego es fuerte en nosotros podemos confundir el “para nosotros” con perder la “identidad” y no es así… lo nuevo no es más pobre… es más rico ya que coexistirá el “para nosotros” con el “para mí” o “para vos”

Hay Amor después de los 40?

A nuestra edad, después de casi medio siglo, el amor ya recorrió algunos caminos, doblo varias esquinas y opto en las encrucijadas.

El amor ya cerró, ya acertó, ya resbalo, ya se arrepintió e inevitablemente el tiempo se fue.

Se vivió el amor, se perdió, algunos por la mano de Dios (viudos/as), otros por el debilitamiento de la vida en pareja y en estos, cada uno íntimamente ha descubierto que pasó.

Hoy nuestra mirada en la dirección del amor es continua y más linda, porque en el largo camino de los sentimientos, aprendimos a sumar, a dividir y a multiplicar, sin disminuir en el conocimiento del sentimiento del amor.

El amor maduro llega despacio y se prolonga en nuestra vida, sin tiempo para terminar.

Es como una caminata de a dos, es mas serena, existe la complicidad, el cariño es mas espontáneo, ya no nos inhibimos frente al querer, la sintonía es completa y los recuerdos son depositados en el rincón de las nostalgias que guardamos de un tiempo que no volverá.

Enamorase a nuestra edad es llevar la ternura en la mirada, el brillo es mas intenso y el deseo de no equivocarse es mas fuerte.

Es la búsqueda de esa “damita” que lo es y sabe no serlo. Es el encuentro con respeto y faltándolo delicadamente.

Es la suma del querer y el encuentro de dos almas.

A esta altura de la soirée (como dijo alguien especial alguna vez) hacen a la pareja que uno y otro sepan luchar por su individualidad, que tengan la libertad para salir a volar y regresar responsablemente al nido, porque enriqueciéndose a sí mismos tendrán algo maravilloso que regalarse cada día a uno mismo y al otro.

El hombre será sensible para comprender los momentos en la vida de su mujer, pero suficientemente fuerte para darle ánimos y soporte para no dejarla caer.

La mujer será sensible para comprender los momentos de la vida de su hombre, que son diferentes a los de ella y le dará ánimo y soporte.

El otro, en esta nueva pareja, debe ser alguien a quien pueda respetar, partiendo del respeto ganado con el trato y el amor cotidiano.

¿Parece mucho? No, porque los dos valen mucho. Mucho han recorrido y aprendido.

Vivir en pareja es la alegría de la compañía, de la caricia tierna, de los besos todavía calientes, de las miradas insinuantes, cuando el deseo se manifiesta y la promesa en la mirada de que cada amanecer...

Al dar y al recibir, lo más importante es la intención. Y la intención es siempre crear felicidad para quien da y para quien recibe, porque la felicidad sostiene y sustenta la vida y, por tanto, genera abundancia... y así…

¡Será el día más bello entre dos seres que encontraron el amor!

Y el amor no es sólo amor en si, sino que se complementa con dar y recibir otras cosas que lo enriquecen y lo hacen pleno… dar y recibir libertad… dar y recibir respeto… dar y recibir confianza… dar y recibir alas para desarrollar nuestro camino sin condiciones…

Si a un amor le quitas libertad… lo ahogas
Si a un amor le faltas el respeto… lo rebajas
Si a un amor le quitas confianza… lo resquebrajas
Si a un amor le quitas alas… lo matas.

A los 40, con ambos con muchos caminos recorridos y ya maduros, estos aspectos son muy importantes en las nuevas parejas y en las que no lo son tanto ya que al amor hay que renovarlo todos los días… con sus noches.