miércoles, 1 de julio de 2009

Escribiendo vida

Me quemaste mi memoria con el brillo de esa mirada
Y tanto le temí a tu lazo que lo hice realidad
Envuelto en tu fascinación me olvidé quien soy

Hoy me revela la derrota y me avergüenzo haber sido rey
Ahora sólo soy mi rehén y mi orgullo anda sin ropa
Y para no lastimarme aprendí a esquivarme.

Me hice duro esta vez y me deslumbró mi derrota,
mi fracaso hoy me estimula Y hoy me siento campeón

Me hizo fuerte caer y aprendí a levantarme.
Hoy ya no miro al mundo desde abajo
Ya no miro al mundo desde abajo…

Y no hay más mensajes para dar, más que esta sonrisa inmensa, con gratitud y devoción.
Es que ahora aprendí una forma muy valiente de poner el corazón

Y se me vienen los días encima y las verdades en picada.
Y tengo escrita mi vida en las arrugas de mi piel.
Y cuanto más me aferro a la vida, más la empiezo a perder

Con distracción y fascinación, y avidez de entretenimiento es como escapo a mi misterio.
Sigo buscando mi reino y sólo encuentro almas mezquinas…
Sólo hay almas esquivas que rechazan mi cielo interno.

¿Dónde estará la luz en esta ciudad? capaz de iluminar estas sombras.

Y aunque añoro todo lo que no es, siempre hay algo celestial para calmar mi sed.
Y así veo que la inmensidad es mi amiga cuando nada espero y me regala un refugio

Me abrazo a los deseos que refrescan este viaje de intensa soledad
y me entero que la mentira es miedo a la verdad.

Y la verdad alumbra mi cielo interno y talvez esté aquí,
esa flor tan bella, abriéndose en mi jardín.

Mi inocencia era delicada y el espejo se rompió…
Solo miro la pared opaca en la que sepulté

a los monstruos invisibles que no me dejaban crecer.

Y no hay más mensajes para dar, más que esta sonrisa inmensa, con gratitud y devoción.
Es que ahora aprendí una forma muy valiente de poner el corazón


Basado en Letras de Suelto de Gustavo Cordera.

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