viernes, 12 de diciembre de 2008

Todo lo que no nos animamos a preguntar antes de casarnos...

Una nota en un diario matutino sobre las 10 preguntas que no hacemos antes de casarnos me dió que pensar acerca de este tema que nos afecta en forma directa o indirecta y tiene un peso fundamental en como vivimos.

Muchas encuestas realizadas en la Argentina indican que 1 de cada 3 parejas que se casan terminan divorciándose.

El Instituto Marriage Care (de Inglaterra) advierte que los temas más íntimos y polémicos no son analizados.

1.- No suele hablarse sobre si quieren tener hijos y cuantos
2.- Cómo se manejarán las cuentas bancarias y las deudas, como el tema jubilaciones
3.- Sobre la crianza de los hijos, su educación formal y religiosa
4.- Como se distribuirán las tareas domesticas
5.- Cuanto tiempo pasará cada uno en cosas relacionadas con el trabajo
6.- Cuanto tiempo pasará cada uno en la casa, juntos o solos
7.- Como desarrollaran las actividades sociales, juntos o separados.
8 y 9 .- Como comunicaran y hablaran temas difíciles y tabú como su relación y la sexualidad.
10.- Como establecerán pautas de dialogo para conocer fortalezas y debilidades desde el principio.

En general, la convivencia de las parejas previa al matrimonio hace que varios de los temas mencionados antes sean revisados pero muchos no se tocan y los tratados son revisados en forma mínima.

Esto desemboca en el futuro y luego que los cambios producidos en la pareja, llegada de hijos, relación más frecuente con los familiares del otro, cambios en lo laboral (propios y de la pareja) hacen que la relación sea más tensa perdiéndose el hilo del diálogo.

El compartir el día a día, con los humores propios de cada uno y en la muchas veces escasa voluntad de “ceder” porque se piensa que ceder es sólo “a favor del otro” y no “a favor de los dos”. Muchas veces pequeñas diferencias se transforman en grandes luchas para ver quien tiene el "poder".


Que los dos se amen profundamente no significa que cada uno quiera a cada uno de los integrantes de la familia de su pareja y esto tambien genera un sin fin de inconvenientes que no tratados a tiempo aporta conflictos severos. Relacionado con esto, la intervención de las "suegras" y como se relacionen con yerno o nuera tambien suele provocar problemas en caso que el hijo/a del mencionado no sepa poner los límites y evite intromisiones fuera de lugar.

También los cambios en lo laboral contribuye al stress de la pareja por los problemas de adaptación de cada uno a estos cambios y contribuye a deteriorar la relación.

La mayor inserción social y laboral de la mujer hizo que su rol anterior de “ama de casa” haya sido reemplazado por la profesión en gran medida y por el movimiento cultural en general donde se destaca en gran proporción.

La sociedad no ha conseguido educar a sus integrantes (hombres y mujeres) a convivir sanamente en este nuevo escenario donde las mujeres han sabido desempeñar un gran número de tareas (antes realizadas por hombres) con muy buenos resultados en la mayoría de los casos y muchas veces realizando las tareas mejor que los hombres. Esto por un lado.


Y por el otro, el hecho que haya mujeres que se desempeñen con idoneidad en las tareas (antes exclusivas para los hombres) hace que a ciertos de ellos les resulte incomodo o inaceptable provocando stress en lo laboral y competencia no sana.


En principio cada uno de estos temas no puede hacer que por sí sólo motivo de la ruptura, pero una combinación de varios de ellos en momento de poca tolerancia en la pareja algo simple puede ser muy grave.

Preguntar esto antes de dar el sí no garantiza nada, pero lo que si da garantías es tener claro que si el amor está presente, el otro es importante siempre más allá de cualquier situación o conflicto que será tanto más pasajero en tanto más adultamente lo encaremos en pareja y de a dos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Marcelo, me ha gustado el post, pero yo me pregunto: ¿serviría de algo saber las respuestas?
Un saludo

Marcelo Risi dijo...

La vida no son saber las respuestas sino buscarlas, al plantearlas en la pareja antes de casarse (no todas sino algunas) se establece un acuerdo no formal sobre el hablar en conjunto ciertos asuntos que normalmente se resolvian de a uno. Es como dar inicio a resolver de a dos.