miércoles, 13 de julio de 2011

La Limpieza del Hogar

Días atrás, Karina escribió “Atacada, limpio y tiro todo lo que no sirva guarda con cruzarse!!!”…

Semejante frase me hizo pensar y salí de la escena y vi que diría hacer la limpieza puede ser otra de liberación, de reencontrarse con uno mismo, aunque esto suene algo poco creíble para muchos, es una realidad, pues ese tiempo que dedicamos a limpiar nuestros hogares nos puede permitir reencontrarnos con nosotros mismos, darnos ese tiempo tan escaso en nuestros agitados días y que muchos no disponen. Hacer la limpieza, para muchos es una tarea aburrida, una carga pesada, algo que “si o si” hay que hacer.

Todo es cuestión de cómo lo encaremos, diría es una cuestión de actitud.

¿Qué pasaría si en lugar de quejarnos al realizar esta tarea, cambiamos nuestra actitud negativa a una positiva?

Los beneficios serán muchos, no solo disfrutaran de la satisfacción y serenidad que aporta ver un lugar limpio despejado, sino que se sentirán más libres, liberaran la energía que nos lleva a realizar nuestras metas y sueños. Pero para ello necesitamos el camino libre de obstáculos. El desorden nos lleva a la confusión, nuestra energía esta bloqueada, mientras que el orden nos da esa claridad de lo que queremos, nuestra energía fluye más fácilmente. Es algo muy simple y básico cuando queremos lograr resultados e ir cumpliendo nuestras metas poco a poco.

El acto de limpiar el placar, el escritorio, la habitación, y cada espacio de nuestros hogares se traducirá en una maravillosa sensación de Libertad, al limpiar nuestros espacios, también limpiamos nuestras emociones, nos liberamos de miedos y confusiones.

Con el orden de objetos emitimos mensajes. Por ejemplo, la acumulación excesiva de objetos emite el mensaje de saturación de ideas, proyectos y planes confusos, muy poco estructurados y poco definidos. El lugar donde se ha acumulado el desorden determina el mensaje que emitimos, refleja nuestro momento presente, como nos sentimos y vivimos:

* Si hay desorden y objetos amontonados en la entrada de la casa, el mensaje es miedo a relacionarnos con otras personas.

* Si hay desorden en la sala, el mensaje es que tememos al rechazo social.

* Si el desorden es en el comedor, el menaje que emitimos es que nos inspira miedo el hecho de no dar pasos firmes y sólidos y una sensación de dominio por parte de la familia.

* Si es en la cocina, el mensaje es de resentimiento o de fragilidad sentimental.

* Si es en el placard, el mensaje es que se nos dificulta el análisis y el manejo de la emociones.

* Si el desorden es en el escritorio o área de trabajo el mensaje es de frustración, miedo y necesidad de controlar las situaciones.

* Si es detrás de las puertas, el mensaje es que tememos a no ser aceptados por los demás o que nos sentimos vigilados.

* Si es debajo de los muebles, es que le damos demasiada importancia a las apariencias.

* Si el desorden y los objetos amontonados están en los pasillos, el mensaje es de conflictos para comunicarnos y miedo a manifestar lo que deseamos en la vida.

* Si el desorden es en bodegas, el mensaje es que vivimos en el pasado.

* Si es en la cochera, el mensaje es que sentimos temor o nos falta habilidad para actualizarnos.

* Si es en toda la casa, el mensaje es de coraje, enojo, desidia y apatía hacia la vida.

No imagino que estarás sintiendo a leer estas líneas pero, más allá del acierto de las definiciones, lo realmente importante es que intentes hacer “orden en tu casa” y éste se transformará en “orden en tu vida”.

Después de esto, estoy seguro que comenzaran a ver la hora de la limpieza como un momento muy importante, es el momento de poner orden en tu casa, en tu vida, a tus ideas, pues hacer la limpieza también es un arte.

Así lo dice Dominique Loreau, escritora francesa que recientemente presento su nuevo libro: “Faire le ménage chez soi, faire le ménage en soi” (Hacer la limpieza en casa, hacer la limpieza en uno) y dice que el arte de limpiar nos permite mantener un cierto equilibrio mental, además de nos permite apreciar mejor el lugar que habitamos, nos deposita en el momento presente.

Finalmente, si quieren darle un toque distinto al tiempo en que limpian sus hogares, haganlo cantando, enciendan un sahumerio o un hornito…, piensen cosas que quieren para sí (uno y su circunstancia) y declárenlas como obtenidas.

Después de esto, estoy seguro que estarán recargados de buena energía, de optimismo y, sobre todo… Esa tarea molesta… la transformamos en algo muy útil para nosotros.

Texto original: Por: Lorena López de Lacaille

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