martes, 24 de agosto de 2010

La soledad condicionada

La soledad, en principio, puede ser Estar Solo o Sentirse Solo.

Pero no es solamente esto, esto es solamente el inicio.

Estar sólo es frecuente y puede ser muy interesante ya que esta experiencia suele traer la posibilidad de escucharnos a nosotros mismos en la intimidad más completa en la que No existen secretos porque No es fácil mentirse o engañarse a sí mismo.

Cuando estamos solos podemos hacer nada y sentirnos bien, descansar, disfrutar de la naturaleza, tomar sol, caminar, meditar o simplemente hacer lo que nos gusta sin interferencias de otras personas.

Sentirse solo es algo diferente, porque podemos sentirnos solos también en compañía.

El sentimiento de soledad se relaciona con el aislamiento, con el sentimiento de no formar parte de algo, la sensación de no estar incluido en ningún proyecto y sentir que a nadie le importamos lo suficiente como para pertenecer a su mundo.

Sentir no pertenecer nos lleva a la depresión y es cuando nos sentimos culpables de nuestra propia soledad.

También es una ilusión creer estar acompañado porque en realidad la mayoría está sola. No muchos saben lo que es una verdadera relación y crean vínculos falsos.

Sólo una persona madura puede tener una relación verdadera, porque se ha liberado de las dependencias o condiciones.

Dependencias? Condiciones? De que?

Del que dirán, del miedo a ser señalado como “diferente” y por eso… peligroso.

Peligroso porque “ese diferente” nos obliga y demuestra que es posible interpretar y sentir la realidad de un modo distinto y tan válido como el propio.

Y porque tememos eso?

Porque tememos al cambio, tememos descubrir que otra manera de vivir es posible y muchas veces a las personas la duda genera la inmovilidad, la inacción absoluta y el derrumbe de todas sus creencias porque creció en un mundo inmodificable (que da cierta seguridad brindada por sentir cierto “control”) al que era obligatorio no cambiar.

Es más fácil seguir la “corriente” a querer cambiarla. Si intentamos hacer lo diferente, podemos ser censurados, criticados, señalados y si nuestras convicciones son chiquitas… son débiles… nos sentiremos víctimas, frustrados y nos sentiremos excluidos del sitio de pertenencia en cuestión. Sea una pareja, un grupo de amigos, o conocidos, o en el trabajo… en cualquier ámbito…

Con fuertes convicciones (y en nuestra conciencia el saber que cada uno tiene SU verdad y que ésta debe ser respetada por todos) el sentimiento de soledad desaparece porque… de manera casi automática sucede que pasamos a ser nuestra mejor compañía, y en un acto inmediato, nos transformamos en una buena compañía para casi todos los que se nos acercan.

Porque? Porque en nosotros es posible encontrar la paz de sentirse bien con uno mismo y con lo que nos rodea, en nosotros es posible encontrar un lugar donde abandonar la “armadura” que nos viste cada día al despertar y que usamos para “enfrentar” al mundo.

La capacidad de vivir la vida sin muletas ocasionales es la madurez, es aprender a hacerse cargo de los problemas, reflexionando antes de actuar y siendo responsable de las consecuencias, sin poner los errores en los otros.

La relación verdadera no significa tener a alguien en quien apoyarse, sino por el contrario significa interesarse por el otro y comprenderlo olvidándose de uno mismo.

Sentir depender de otro crea vínculos que nos condicionan con esa persona a quien vemos casi omnipotente, es como recrear la simbiosis madre-hijo, y ese tipo de relación, que tiene cierta forma sadomasoquista, está destinada al fracaso.

Únicamente al liberamos de las condiciones y nos olvidamos de nosotros mismos aprendemos a vivir, a no tener miedo y a ser libres, teniendo la oportunidad de vivir una verdadera relación.

Sin desarrollo personal no puede existir una relación duradera, porque el estancamiento produce aburrimiento.

Cuando estamos solos nos ponernos en contacto con nosotros mismos y, en esa oportunidad podemos vernos y evaluar si realmente somos como queremos ser y si estamos haciendo lo que deseamos hacer; y si eso que vemos no está de acuerdo con nuestras expectativas, podemos preguntarnos, ¿que es lo que estamos haciendo ahora para lograrlo?

Recorrer el propio camino es lo más importante y el principal propósito de nuestra vida y todo el mundo que la sociedad ha creado conspirará para lograrlo.

Esta es la principal condición que debemos vencer… debemos aprender a decidir los pasos que daremos y que la decisión sea porque así lo sentimos y no porque así “debe ser” o porque así lo hacen todos…

En definitiva… el mayor aprendizaje es Aprender a SER uno mismo… y la soledad dejará de ser condicionada…


Pero lo más importante es que cuando esto sucede, nosotros pasamos a SER los DUEÑOS de nuestro Pasado... de nuestro PRESENTE... que al ser bien vivido nos muestra un sendero a nuestro futuro por demás venturoso.

No hay comentarios: