lunes, 20 de junio de 2011

Que es el SER, realmente.

El Ser es infinito y es unir internamente todas nuestras distintas facetas en una sola cosa, sin tensiones, y desde allí manifestarlo de múltiples maneras, cada una con sus particularidades, funciones, facultades y poderes.


El Ser auténtico proviene desde la más pura y elevada región divina y trascendente y, desde allí, podemos entender que son unidades conscientes e independientes.



Nuestro Espíritu nos impulsa al trabajo sobre uno mismo por medio de nuestra Esencia, sin embargo, nuestra pureza se va perdiendo a medida que nos vamos convirtiendo en adultos, convirtiéndose en su totalidad por el ego.



SER vs EGO… ¿3 contra 3…?



En la vida tenemos dos opciones… integrarnos con el SER o con el EGO.



Parece una lucha despareja porque el EGO se muestra muy fuerte y nos muestra permanentemente que tan bien vivimos con él como líder de nuestra vida.



El ego es tan poderoso que comprende todo lo bueno que es el conocimiento…



Para poder elegir entre SER o EGO tenemos que aprender la diferencia entre vivir sin tensiones o vivir con los dientes apretados. Lo primero propone vivir disfrutando todas las cosas y lo segundo vivir en una lucha permanente, con nosotros mismos.



Desde el SER encontramos los valores del Espíritu y de estos emergen las bellas artes, sea un cuadro, una sinfonía musical, una escultura, un libro, una obra arquitectónica, la danza, el canto…



Todos esos valores son innatos en nosotros pero su manifestación será a través del SER o del EGO, allí comienza a verse la diferencia.



Entre los valores trascendentes del Espíritu tenemos el amor, la verdad, la belleza, el altruismo, la templanza, la voluntad verdadera, la paciencia, la serenidad, etc. y para integrar las partes del Ser debemos rebelarnos con nuestra propia naturaleza egocéntrica, que es la antítesis, si es que en realidad anhelamos que el Ser se manifieste completamente en nosotros.



Si pensamos que “Somos por afuera tal como somos por dentro”, hay que equilibrar el Ser con el Saber, pero antes que nada necesitamos hacer conciencia de lo que es el SABER.



Alguien puede “saber” mucho de fabricar automóviles, puede conocer la Medicina, la Jurisprudencia, o puede haber estudiado realmente en diversas escuelas que hablan del SER y del espíritu y de todo lo bueno que esto trae y poseer una gran erudición, sin embargo podría suceder que esa persona tuviese una muy baja moral. ¿De qué serviría poseer una gran erudición y todos estos conocimientos si no tenemos desarrollados al SER INTERNO, si poseemos, dijéramos, defectos horripilantes? De nada serviría eso.



Ser y Saber son relativos y existen distintos grados de Saber. En cuanto al Ser, también todo es relativo, hay quienes tienen más desarrollado el Ser que otros y no hay duda de que el Ser (por ejemplo) de un Santo (Sai baba, Madre Teresa, etc), está más desarrollado que el de un perverso, podemos afirmar que cada persona tiene SU nivel de Ser.



Lo más importante que se necesita tener un equilibrio muy especial para lograr un SER en toda su dimensión sin importar su nivel.



Conseguir el SER en su nivel más elemental es poner en sintonía el equilibrio Mente-Corazón… reducir a cero el conflicto entre lo que quiere nuestra mente y lo que quiere nuestro corazón… cuando esto sucede es que resultamos ser un “BUEN DUEÑO DE CASA”.



Ser un “Buen Dueño de Casa” nos invita a la reflexión.



Lo que queremos es alcanzar la UNIDAD DE LA VIDA, integrarnos, convertirnos en Individuos perfectos y eso es posible trabajando sobre nosotros mismos, eliminando nuestros propios errores psicológicos. Si lo logramos, nos convertimos en Individuos con sabiduría e iluminación.



Así es, solamente uniendo el Ser y el Saber, se llega a la comprensión verdadera, y solo con comprensión verdadera podemos trabajar sobre nosotros mismos para pasar de un Nivel del Ser, a otros Niveles del Ser más elevados y profundos.



Elevado y profundo? Si porque para llegar lejos debemos ir muy dentro de nosotros para sacar lo mejor, nuestra esencia.



Es así que nos hacemos íntegros, únicos y completos, y ello solamente es posible subiendo por las distintas etapas que forman los Niveles del Ser.



Es así que entramos en sintonía con los otros… con esos que están a nuestro mismo “nivel del Ser” y nos potenciamos y se hace más fácil ir por el siguiente nivel… sin olvidar el sendero que hemos transitado.



Hay muchas personas que se dan cuenta toda esta cosa “espiritual y del SER” y cuando se miran al espejo sus mentes perciben que están perdiendo “fuerza” y es cuando sus egos fabrican una fachada Espiritual y es así como se “acorazan” en esas personas adoptando un discurso pseudo espiritual… transformando una manera de vida en una herramienta de vida.



Estas fachadas son muy difícil de ver excepto al circulo íntimo no embelezado por esas personas… pero cuando es advertida es muy fácil verlo y esas personas se desdibujan.



Conocí una de éstas personas y, cuando me contaron acerca de esto… simplemente lo desestimé, pero el tiempo me hizo ver ciertas conductas que cada vez hacían más real la verdad.



De esto nada malo para el “actor”, es decir… él se lo pierde, pero podría serlo para quienes “compraron el discurso de buena fe y sienten la necesidad de SER” ya que caído éste… el daño puede ser enorme.



Y desde aquí… ¿Es posible mezclar frivolidad y SER?



Definitivamente No, pero no debemos olvidar que transitar por los extremos nunca nos llevará a buen puerto, Ni tanto de uno ni tanto de lo otro.



Equilibrio, siempre. De eso se trata, definitivamente.



Y finalmente… una pregunta. ¿Cuántas veces pensamos que esa persona podría ser mucho más con sólo proponérselo?... y los abandonamos porque no aprovechan su potencial.



¿No nos damos cuenta que, tal vez, eso que podrían ser a ellos no les interesa y si a nosotros?



Tal vez, si así fuese… podríamos mirar a esa persona y comprender que eso que pensamos es bueno para él no necesariamente esa persona tiene en sus necesidades.



Desde este nuevo lugar es posible ver a los demás como seres íntegros en lo que son que vivirlos de una forma más completa.



TU ERES LO QUE QUIERES SER, NO LO QUE YO QUIERO QUE SEAS.


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