Culturalmente estamos algo contaminados en muchos conceptos.En lo referente a la belleza, en la mujer pensamos 90-60-90, 1,70, 55 kg, rubia? Ojos claros, etc.
En el hombre, 1,80, 75 kg, atlético, sin pancita, ojos claros, etc y sigue la lista.
Todo externo. La belleza paso a ser lo que vemos.
No será que la belleza es realmente lo que percibimos del otro?
Y, ¿Qué es la percepción?
La percepción es una forma de comunicarse, es una forma de sentir al otro.
Es la forma de hablar con el corazón.
Cuando amamos la percepción es el idioma entre los enamorados. No habla la mente, habla el corazón, por eso cuando hay amor no hay egoísmo, en lo único en qué pensamos en darle al otro.
Lo importante no es lo que queremos sino en lo que podemos dar.
Cuando la mente (recordar es egoísta) habla más fuerte que el corazón comenzamos a pedir y es más importante recibir que dar. Y comienza el reclamo.
Comenzamos a medir, a ver quien da más y el amor no es un remate.
A belleza que había en el otro no la “vemos” más. Ganó la mente. ¿porqué?
Porque cuando lo cotidiano nos supera y no encontramos un lugar para descansar de las presiones diarias, el grito de la mente ahoga nuestro corazón.
Esto hace el stress, eso hace tener metas difíciles y lejanas. Mirar demasiado adelante.
Se necesita tanta energía que para seguir se la sacamos al corazón y a lo bello ya no lo vemos.
"El corazón es la fuente, la mente es el vaso para beber de ella"
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