miércoles, 2 de febrero de 2011

Si siempre hacemos lo mismo, nos sucederá lo mismo…

El propósito de nuestra vida es aprender ciertas cosas para poder crecer.

La vida es el aprendizaje continuo, si dejamos de aprender la vida comienza a perder sentido.

Estamos en este mundo para alcanzar nuestro verdadero potencial que es infinito, con el compartir y dar como el fundamento de nuestro ser.

El proceso de autotransformación no es algo que pasa en un nivel abstracto o teórico; sino que pasa entre nosotros y como nos relacionamos con otras personas. Es de nuestras relaciones, especialmente con los más cercanos, son en verdad las oportunidades reales para aprender a tolerar, a compartir y a amar que son la esencia fundacional de nuestro Ser.

Estas son las cualidades que nuestras relaciones nos pueden enseñar y estas son las cualidades que mas debemos aprender si queremos cumplir el verdadero propósito de nuestra vida.

Cuando entendemos esto, podremos ver desde un nuevo ángulo todo que sucede entre nosotros y otras personas.

Enamorarnos es mucho más que algo romántico y emocionante, abre una gama infinita de emociones y de experiencias compartidas con otro ser diferente. Es una experiencia que sucede a un nivel mas profundo, a nivel de nuestras almas, cambiamos y crecemos.

Estamos literalmente acercándonos a SER en forma más completa, y al hacerlo estamos creando una apertura para la satisfacción que eso trae.

Muchas veces son los momentos felices que compartimos los que traen esta transformación, pero otras muchas son los momentos difíciles o los puntos de conflictos esos en los que entramos en crisis.

Todas son oportunidades para traer cambios positivos.

Especialmente, los momentos más difíciles que compartimos con alguien son las verdaderas oportunidades que esa relación nos da. Lo que vemos como un problema en verdad es un regalo: una oportunidad de eliminar un obstáculo interno que está entre nosotros y la felicidad ilimitada que es nuestro verdadero destino.

Siempre pasamos la vida buscando encontrar esa "persona correcta" y, la posibilidad de hacerlo puede ser uno en un millón, pero ese SER cabe exactamente dentro de nuestra idea de lo que esperamos y necesitamos. Sin embargo, esto es enfocarnos de modo incorrecto.

Convertirnos en la persona correcta es la clave verdadera para tener buenas y amorosas relaciones, no encontrarla.

Además, no debemos olvidar que, las dificultades y desacuerdos son sin excepción oportunidades para que nosotros nos podamos convertir en la persona “correcta” y tomar completa responsabilidad, tanto a nivel práctico de cómo manejar los conflictos, y en el nivel de cómo vemos nuestras vidas como un todo.

Cuando apartamos nuestro enfoque de la necesidad de "ganar" y lo dirigimos a ayudar a los que queremos, principalmente cuando estamos enojados, el enojo se disipa inmediatamente. Esto no es un milagro; es como funcionan las cosas a nivel de energías positivas y negativas. Al igual que la oscuridad no puede coexistir con la luz, el conflicto no puede existir cuando tienes la intención verdadera de ayudar y compartir con los demás.

Si experimentamos los mismos problemas en tus relaciones una y otra vez, es porque no hemos visto de donde es que nace el verdadero problema. Seguiremos esperando que otros cambien sin realmente corregir los aspectos en nosotros mismos que necesitan transformarse. Hacer esta corrección es un aspecto fundamental de nuestro trabajo interno.

Muchos dicen que las almas vienen a este mundo muchas veces para conseguir la corrección espiritual, y seguirán viniendo hasta que finalmente logren la corrección completa.

Nuestras relaciones más cercanas son el lugar donde aprender lo necesario para completarnos verdaderamente, donde no solo encontramos a la persona que buscábamos, sino que literalmente nos transformamos en la persona que estábamos destinados a ser.

Dios (o como quieras llamarle) creó el mundo, Dios hizo que existiéramos.

Pero es nuestra tarea convertirnos a propio mérito, aprender a tolerar, a compartir y a amar. Este es el conocimiento y la sabiduría que nuestras relaciones nos vienen a enseñar. Y esto es a lo que debemos abrir nuestros corazones a aprender. Sólo así podremos sentir lo que es la felicidad en toda su dimensión.

O acaso, cada vez que consigues un logro… ¿que sientes? Sientes una pequeña porción de felicidad.

Intenta sentir, pensar un poco en esto… si un logro nos da un poquito de felicidad…

¿Como será la felicidad que alcanzaremos cuando realmente aprendamos a tolerar, compartir y amar en toda su dimensión?

No hay comentarios: