martes, 31 de marzo de 2009

Ver mas allá

Nuestros 5 sentidos nos permiten movernos por el mundo real y lo hemos hecho durante toda nuestra vida en general pero hay un mundo, igual o más grande aún en el que estos sentidos no tiene cabida.

El “otro mundo” es el que hace la diferencia, el que nos hace diferentes a nosotros frente a los demás.


Ese otro mundo es el que descubrimos cuando nos encontramos con alguien y sentimos que podemos “ver más allá”.


Es entonces que tomamos conciencia que la vida trasciende a lo que podemos ver, tocar, oler, oir y gustar.


“Ver más allá” es el sentido de nuestro espíritu y cuando ese sentido entra en “sintonía” con el “sentido” del otro significa que “nos encontramos”, nos hemos enamorado.


El amor es “sentir” que el otro está con uno aún cuando físicamente esté junto o a 10 mil km.
¿Y que tanto hemos experimentado ese sentir?


Haz sentido alguna vez una emoción como que ella es más grande que el propio cuerpo?

Esta emoción suele sentirse al contemplar una puesta de sol, o alguna belleza natural sobrecogedora, o mirar dormir un recien nacido.


Esto es poder ver más allá en pequeña escala. Ejercitar esto nos prepara, nos hace más “sensibles para “ver al amor”.


A los enamorados les gusta ir a ver el amanecer y es porque ven nacer el día, del mismo modo que está naciendo su amor… y es pura energía … como el amancer.

El amor maduro es algo diferente, toma otra dimensión y las necesidades y como se manifiesta es diferente.

Si bien, de vez en cuando al experimentar el amor maduro sentimos la necesidad de la energía del amanecer es más frecuente gustar más de los atardeceres que provocan sentimientos más calmos, tiernos y de unión que son más intensos que los sentidos en la juventud.

Esto es la unión de los espiritus de los amantes.

Casi podria decir que el amanecer es el encuentro de los cuerpos y el atardecer es el encuentro de las almas.

En las parejas son muy frecuentes los amaneceres pero no todas se arriesgan a transitar el día porque temen no poder disfrutar el atardecer.

Esto pasa por el miedo a compromiso refleja la convicción que el alma del otro (y la propia) es inalcanzable y a ese posible amor le llega la desesperanza y muere.


Muere por la permanente sensación de que falta algo y ese algo es el espíritu de la relación. No puede existir alba sin ocaso, no ocaso sin alba.


Es por eso que el amor es cíclico, luz-oscuridad-luz-oscuridad…. Y "ver más allá de" da sentido a esa realidad


“Ver más allá” sutilmente une las percepciones de dos personas y de manera sensible nace un espíritu que los hace sentirse más hombre y más mujer a cada uno y se crea una nueva realidad formada por la “Verdad-libertad-espíritu”.


En esta realidad uno muestra al otro el corazón y desnuda y comparte su espíritu.

Cuando esto sucede es posible hablar de los miedos, los deseos y esperanzas y se comparte la inocencia.


“Ver al amor” juntos es crear un nuevo camino que no tiene pasado y avanza hacia lo desconocido y no existe experiencia previa que lo ilumine. Sólo lo ilumina la confianza mutua de los amantes.


Solemos decir buscar nuestra “media naranja” buscando el otro nos “complete” aportando nuestras carencias. Hoy no es tan así, cada vez es más frecuente sentir y pensar:

“Puedo vivir conmigo, pero elijo vivir con vos”

Esta es la declaración que hoy una pareja no es la unión de dos mitades sino de dos enteros y hace de ese encuentro una experiencia mucho más rica y vivible.

Te puede tocar a vos… o acaso … ¿ya lo estás viviendo?

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