miércoles, 29 de diciembre de 2010

El Balance anual

Si no lo haz hecho, seguro en estos días haz mirado tu último año y haces un balance... ¿es esto lo mejor que puedes hacer? ¿es necesario?

Estos últimos días del año son protagonistas de autocríticas, análisis y proyecciones. Mentalmente se revisamos la lista de proyectos y, principalmente, las cuentas pendientes que había que cumplir en el 2010.

Lo que alcanzamos, lo que hubiéramos querido realizar; pero no pudimos o no quisimos, las frustraciones propias, las ajenas, las del país.

El último respiro del año parece ahogarnos en autocríticas severas y recriminaciones interminables , propias y de muchos con quienes interactuamos (en el trabajo, la pareja, amigos, los hijos, etc).

¿Por qué en estas listas mentales que realizamos en los inicios de un ciclo nunca parecen satisfacer los resultados logrados trascurridos los 12 meses?

Si en la ecuación siempre salimos perdiendo, los balances de fin de año ¿son positivos?

El frecuente de las conclusiones de estos balances es la tendencia al pesimismo, el "TODO MAL".


'La vida real no es como en las películas donde en dos horas pasa de todo, sino que las cosas transcurren más lentamente de manera progresiva y a veces hasta no lo percivimos.. Entonces pasa, que en los balances de fin de año se resalta sólo lo negativo por sobre lo impactante y lo positivo.

Los logros quedan al costado, no se ve con esa claridad ni contundencia'. Es como si ponemos todo dentro de un valde de agua, los logros se hunden y lo demás flota y es lo único que vemos.

La tradición cultural de realizar la autocrítica de fin de año parece indicar que el balance siempre está teñido de rojo y además, lo positivo se ve diluido en el marco de una sensación general de vértigo que imprime esta altura del año.

Quizá éste no sea el mejor momento para una reflexión clara cuando el contextos es el siguiente: días intensos de cierres de balances en el trabajo, reuniones de evaluación, cierres de presupuestos para el ciclo próximo, presentación de informes, exámenes finales, miles de encuentros y eventos sociales a los que prometimos ir y además, el caos de las compras para las fiestas y, si éstas se realizan en su casa, cocinar y organizar los preparativos para el 24, 25, 30 o 31 de diciembre.

Y NO SIEMPRE NOS DA EL CUERO PARA CUMPLIR CON TODOS Y CON NOSOTROS MISMOS, aunque realmente los deseamos pero el "LOW BATERY" no nos deja.


Y en el medio de todo esto, el balance de fin de año.

El caos de diciembre hace mayor nuestro malestar y tensión. Es frecuente que al cansancio se le sume la culpa y la autocrítica severa por lo que no se pudo alcanzar y nos olvidamos de todo lo que se consiguió.

Quizá la mejor forma de realizar un balance sea pensarlo desde la idea de un nuevo comienzo y no de un final ineludible'.

Bajo esta perspectiva, talvez, podemos enfocarnos en la realización de metas cortas y alcanzables y no en proyectos disparatados que luego serán protagonistas del balance negativo del próximo año.

La idea de renovación debería siempre estar presente en esta época del año.

Esta idea de re comienzo mezclada con la noción de continuidad, implica no tener esa sensación de incertidumbre de comenzar de nuevo.

Muchos dicen que el año nuevo es una página en blanco y NO ES ASI !!!

El 2011 no está en blanco, no hay que empezar de cero, se pueden producir cambios pero también afianzar logros en la continuidad del trabajo que se ha realizado bien.

Ahora sólo termina el calendario, los procesos continúan, y es positivo apostar a un proyecto sensato y a objetivos claros, acordes con nosotros y nuestra realidad.

Tal vez puede ser una de las claves para proyectar bien y no fracasar en el intento.

Un clásico balance en estos últimos días de diciembre, en donde estamos en una contradicción entre la reflexión y el stress, deberíamos proyectar con mayor tranquilidad y conciencia.

Si los sueños y las esperanzas se encuentran con el esfuerzo y la perseverancia no hay balance de fin de año que derrote la lucha por un proyecto.

Si hacemos una lista corta, de nuestros anhelos, de lo que nos gustaría alcanzar el año que se viene (escrita con sensatez) y la revisamos dentro de 12 meses es muy posible que la mayoria se haya hecho realidad y eso nos ayudará a un balance que nos "dé pilas" para afrontar estas semanas algo caóticas y lleguemos a la noche vieja algo mejor y todo será más fácil... aun con el stress por las nubes... esto puede convertirse en un "calmante psicológico" fundamental.

FELIZ FIN DE 2010 y espero que en 2011 encuentres la forma de seguir creciendo... a corazón abierto !!!!

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