sábado, 23 de febrero de 2013

A veces la vida pesa


Si, pesa. Se hace pesada y mucho.

A pesar que uno tiene salud, trabajo, una hija maravillosa y una compañera extraordinaria… a veces la vida nos pesa mucho y pareciera que no podemos seguir adelante y que nuestras fuerzas flaquean.

A veces parecería que en un descuido (nuestro) los que sólo quieren destruirnos pareciera que se hacen más fuertes que nosotros y por un momento parece que lo consiguen… a veces parecería que esos momentos duran mucho, demasiado.

Y es allí cuando nos refugiamos en donde nos sentimos más seguros o con quien nos sentimos así y capeamos el temporal.

Pasado el temporal, el sol sale nuevamente pero muchas veces miramos a nuestro alrededor y vemos sus consecuencias. Nos lamentamos un poco… o mucho si algo querido se rompió y no tiene arreglo… y luego de un rato… comenzamos a ordenar un poco.

Y pedimos ayuda… ¿Cómo te parece que acomodamos esto… o aquello?... y de a poco, todo el desorden va tomando forma… a nuestra manera y con la ayuda de todos esos que son nuestro sostén, nuestro combustible…

Por fortuna el temporal pasa, por eso se llama temporal. Un período de tiempo y fuera.

El problema principal lo tienen aquellos que provocaron el temporal porque llevan consigo a todas partes la tormenta y es así que su alma vive atormentada y sin paz.

Así lo hacen (y viven) todos aquellos que no han conseguido perdonar, o que viven aún como si fuese hoy algunos fracasos en sus vidas y no consiguen salir adelante más que de una manera fraudulenta (por más cosas que crean que hacen para demostrar a otros que el pasado se superó).

Así es que viven en el autoengaño y es por eso que cuando un destello de la verdad encandila sus ojos es que explotan hacia aquel / aquello que consideran responsable de sus desgracias. Asi lo hacen porque no se consideran con suficiente coraje para hacerse cargo de sus responsabilidades y es más fácil ponerlas en los demás.

En definitiva ¿Qué es lo que podemos modificar?

Podemos modificar todo lo que está a nuestro alcance, nada más. Lo que el otro debe hacer será eso, corregir lo que esté a su alcance, no del nuestro.

Así será que ocupémonos de nuestras cosas con todo el amor que tenemos y sepamos que todo lo que hagamos será bueno para nosotros y todos los que nos quieren bien.

Fin del cuento!!!

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