sábado, 11 de junio de 2011

NADA QUE PERDONAR‏



Hoy leía un artículo que relataba un cuento en el que un monje budista estando con sus discípulos fue agredido por un hombre contrario a lo que él profesaba.





El monje le dijo a este señor…-“Mire lo que usted generó en nosotros, nos expuso como un espejo muestra el verdadero rostro. Desde ahora le pido por favor que venga todos los días, a probar nuestra verdad o nuestra hipocresía. Usted vio que en un instante yo lo llené de amor, pero estos hombres (sus discípulos) que hace años me siguen por todos lados meditando y orando, demuestran no entender ni vivir el proceso de la unidad y quisieron responder con una agresión similar o mayor a la recibida.



Regrese siempre que desee, usted es mi invitado de honor. Todo insulto suyo será bien recibido, como un estímulo para ver si vibramos alto, o es sólo un engaño de la mente esto de ver la unidad en todo”.



Cuantas veces hacemos lo mismo… vivimos engañanadonos y engañando a los que nos quieren y son más importantes para nuestra vida por el simple hecho de sostener una careta por suponer “está bien”.





Claro que el agresor viendo lo sucedido le imploró su perdón por lo que hizo… pero el monje dijo… -“Entiéndame, claramente, para que alguien perdone, debe haber un ego herido; solo el ego herido, la falsa creencia de que uno es la personalidad, ese es quien puede perdonar, después de haber odiado, o resentido, se pasa a un nivel de cierto avance, con una trampa incluida, que es la necesidad de sentirse espiritualmente superior, a aquel que en su bajeza mental nos hirió. Solo alguien que sigue viendo la dualidad, y se considera a sí mismo muy sabio, perdona, a aquel ignorante que le causó una herida”.



Y continuó: “No es mi caso, yo lo veo como un alma afín, no me siento superior, no siento que me hayas herido, solo tengo amor en mi corazón por usted, no puedo perdonarlo, solo lo amo. Quien ama, ya no necesita perdonar.”



Para perdonar, necesitamos a alguien dispuesto a perdonar. Los ignorantes se van a sentir magnánimos por perdonar, se sentirán poderosos por dar su perdón, y quién es perdonado va a estar contento y tranquilo por serlo, va a sentir un reaseguro en su ego culposo, y así más o menos todos quedarán contentos y seguiremos en la vida, como si nada hubiera pasado”





¿Se puede entender la enseñanza?



Si hay alguien de quien pensemos que “nos debe algo”, “nos hizo algo”... y no podemos ver la perfección dentro de cada situación… dentro de la ilusión, PERDONEMOS





PERO...Que pasaría si nos preguntaran ¿a quien te falta perdonar? y en lugar de buscar los rostros y nombres de aquellos que nos dañaron (al ego), respondiéramos: ya no tengo que perdonar a nadie, YO LOS AMO.



Quién consigue aceptar que las cosas que nos suceden es parte de un plan maestro que tenemos que seguir para conseguir aprender lo que necesitamos podrá liberar en un instante años de rencor, resentimiento y enfermedad.





Por esto es que si el amor está en nosotros no será necesario perdonar nada porque cada cosa tiene una buena razón para ser, aún si al principio la viéramos como mala.

No hay comentarios: