Dicen que las imagenes son mejores a mil palabras y asi lo siento.
Hace unos años en donde el amor era inmensurable encontramos una casa que era ....:
A esto lo vimos como lo que en unos añitos transformamos y asi fué.
Claro que no supimos ser inmunes a las tormentas y a lo externo y nuestro interior se marchitó, y lo que era tan bello finalmente quedó asi:
No se si pueden sentirlo, pero todo lo bello quedó vacío, marchito. Con las marcas del paso del tiempo como que algo se descuidó. Como que algo estaba oculto tras lo bello que se veia en la superficie.
Pero lo importante es saber que estos espacios vacíos y marchitos serán nuevamente ocupados y llenados de vida por otros ojos, por otros corazones.
Seguramente no será lo mismo, pero lo que si es seguro esos espacios vacios serán transformados y nueva vida encontraran.
De nada vale comparar que fue mejor si lo nuevo o lo viejo.
Lo único que vale es entender, lo único que vale es sentir que el amor no es comparable. Lo único que vale es entender que el amor es, por sobre todo, nuestro combustible, es lo que nos mueve.
Lo único que vale es entender que la vida es amor y que si no encontramos al amor no hay vida posible.
Lo único que vale es comprender que todo amor ha pasado queda en nosotros de alguna manera y es bueno atesorarlo y guardarlo en un rincon del corazón.
Lo único que vale es que no importa la categoria o cuan intenso sea el nuevo amor, lo que vale es saber que todo es nuestro lo viejo, lo nuevo y lo que viene.
Lo único que vale es saber disfrutar cada instante, como si fuera el último. Esto enriquece y hace más intenso al instante que viene.
Lo único que vale es uno y el otro y, por sobre todo, lo que verdaderamente vale es cuando uno ama al otro porque si y es feliz con amar.
Lo demás es solo ego y el juego de nuestra mente que reclama que el otro nos ame de igual manera. A esto no debemos escuchar. Como reclamar nos amen de igual manera si el amor es inmensurable.
Lo único que vale es que si hemos amado, hemos vivido y, algo importante hemos dejado en nosotros, en el otro y en los que estuvieron cerca.
Ocupemonos de amar al otro, y el otro seguramente se ocupará de lo mismo.
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