jueves, 8 de marzo de 2012

Afrontar la inseguridad

La ansiedad o el insomnio se incorporan a nuestro día a día cuando vivimos con incertidumbre, sin saber qué nos depara el futuro.

La mala economía ha provocado que vivamos en una época de incertidumbre.

Esta situación genera condiciones para que las dificultades para mantener o encontrar un empleo y la imposibilidad de saber cuándo mejorará la crisis nos provoca indecisión, inseguridad y malestar en muchos de nosotros, y se pueden radicalizar los puntos de vista.

Para intentar sobrellevar esta incertidumbre, hay que echar mano a la capacidad que tenemos para sobreponernos al malestar psicológico, tejer una buena red social y afectiva, mantener alta la autoestima y abusar del pensamiento positivo.

Las crisis hacen que aumenten, año tras año, las consultas a psicólogos y psiquiatras. La incertidumbre reinante complica nuestra salud psicológica y es buena la ayuda de un profesional pero para que sea efectiva tenemos que estar abiertos para permitir pensar y sentir en voz alta en cada consulta.

La ansiedad y el insomnio son dos de las fuentes de malestar más directamente relacionadas con la incertidumbre.

El no saber qué depara el futuro, de ponerlo en cuestión, que se ha agravado con la coyuntura económica actual le da pan a la incertidumbre y se apodera de nosotros la ansiedad y el insomnio.

Generalmente estamos más preparados para la adversidad que para la incertidumbre.

¿Cómo superamos la adversidad?
Generalmente es fácil. Nos ayudamos con nuestra “red social”… amigos, familia… que nos ayudan a superarlas muchas veces sin saberlo… Nosotros sabemos podemos contar con ellos y muchas veces con eso BASTA.
Hoy, el ser humano está cada vez mejor preparado para resistir las adversidades, pero aún así muchas personas tienen problemas para lidiar con la incertidumbre.

¿Qué hacer para sobrellevar la falta de certeza?
Tenemos que apelar a nuestra capacidad para sobreponernos a las épocas y situaciones de malestar psicológico, tejer una buena red social y afectiva, mantener en forma la autoestima y recuperar el pensamiento positivo.

El pensamiento positivo y un autoestima en forma nos hace estemos preparados para saber que “el NO saber que pasará mañana” no tenga relevancia frente al saber que está pasando ahora y eso es suficiente para reducir los efectos negativos de la incertidumbre.

Vivir a medias el presente, sumado a una autoestima baja y un pensamiento no positivo hacen que el NO saber que nos depara el futuro tome una relevancia muy importante que no podemos manejar.

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