lunes, 13 de septiembre de 2010

El diálogo es como el agua…

El agua limpia, el agua hidrata, el agua purifica... es poderosa… y así lo es el diálogo para la buena vida de cualquier relación.

No importa si la relación es laboral o amorosa o de familia… un buen diálogo lima asperezas, enriquece y fortalece a ambas partes… Un buen diálogo hace que las dudas huyan, hace que el saber sobre el otro reduzca los supuestos y acerque a las partes.

La falta de diálogo actúa también como el agua, que con el tiempo erosiona la roca y la convierte en arena… con las personas hace lo mismo… la falta de diálogo erosiona la relación más fuerte y la convierte en NADA si ésta carencia se extiende en el tiempo.

En cualquier relación puede faltar cualquier cosa, menos el diálogo… ya que sin él, el fracaso sólo será cuestión de tiempo.

Una buena charla, abre los ojos, muestra al otro nuestras necesidades y permite expresar nuestros sentimientos logrando abrir un camino más prometedor que el de la fantasía de sólo uno.

Cuando nos abrimos al otro, les mostramos que queremos, que necesitamos, que ofrecemos, que sentimos.

La palabra nos da esto y junto con lo que se puede ver en lo gestual constituye un pilar de cualquier relación.

Para dialogar hace falta tener ciertos principios y, reconocer y respetar los del otro. Por ejemplo; si sabemos que al otro le da placer ciertas actividades tratemos de alentarlas en lugar de menospreciarlas ya que esto último provocará desánimo y el otro se sentirá censurado y atacada su autoestima.

Si al otro le gusta sembrar el césped lo peor que le puede pasar es que le digas que su trabajo no funcionará y que conviene contratar a un profesional.

En cambio, puedes conseguir que contrate a un profesional diciendo las cosas de otra manera. Se puede sugerir que en lugar de cansarse haciendo una tarea para la cual no se está preparado sería mejor ocupar ese tiempo en algo más positivo y que de la siembra se ocupe otro.

También se podría decir, “lo hacemos juntos” y si no crece el césped buscamos alguien que entienda del asunto… De ésta manera se puede conseguir interactuar de una manera mejor y llegar a buen fin.

En lugar de censurar ofrecemos colaborar… y esto trae como consecuencia que la tarea tenga éxito independientemente de quién sembró el césped y si éste creció o no.


¿Cual es la razón por la que actuamos así?

En realidad, lo que buscamos al censurar al otro es menospreciarlo, erosionar su autoestima para ponerlo a nuestro nivel porque nosotros mismos tenemos el autoestima bajo y no somos capaces de encontrar motivación para hacer cosas por y para nosotros.

Es como sentarse todo el día esperando que alguien nos llame diciendo nos necesita y si nadie llama hacemos nada… Esta es la mejor manera de vivir una vida prestada, ajena, sin riesgos a equivocarnos en lo personal pero sin la posibilidad de alcanzar el éxito y la felicidad.

Esto sucede por tener pánico a vivir la vida, por sentir temor a que cuando alcanzamos lo deseado, perderlo sin saber o poder hacer nada.

Sucede cuando vivimos en el pasado, cuando tememos al futuro y por esto no vivimos el presente que se nos escapa de nuestras manos.


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