miércoles, 28 de noviembre de 2007

Ayer, hoy y mañana

Cuantas veces hemos escuchado que alguien se quedó sin nada por vivir en el pasado, o que por prever el futuro se le fue el presente?

Estas son dos formas de “vivir” la vida muy habitual entre nosotros y tanto una como la otra son muy dañinas a la persona en sí y para quienes la rodean.

Nada de lo que hagamos hoy puede modificar lo vivido, sin embargo muchas personas gastan energía en modificar su pasado y carecen de ella para vivir su hoy que, en definitiva, es lo único que nos toca y es real.

El pasado es memoria y sólo hay que revisarla si es útil a nuestro “ahora” sino es lastre y sólo nos hace lentos.

El opuesto es vivir en el futuro que también es irreal porque no existe, el futuro es solo una posibilidad más o menos cierta y de la cual no tenemos forma de ajustarla a nuestro parecer porque el futuro no es nuestro y las acciones de todos que lo modifican en cada acto.

Ahora bien, si nos ocupamos de vivir el futuro no vivimos el ahora que en definitiva es lo que da base al futuro posible que queremos vivir.

Que quiero decir con esto?

Es bueno tener cierta idea o ganas de lo que queremos para más adelante, pero la única forma que algo suceda es vivir completamente el ahora que sienta la base a que ese futuro se manifieste de manera próxima a lo imaginado.

Cuando el futuro se manifiesta se hace presente en un nuevo Ahora y vivido como tal nos hace fuertes y sensibles.

Pasado, presente y futuro se suceden en ese orden, pero el único que podemos vivir es el presente.

Un mismo pasado en dos personas diferentemente sensibles produce presentes distintos y con proyección de futuros igualmente diferentes que podrán suceder o no y dependerá de que tan intensamente sean consientes en su Ahora que le quitará protagonismo al futuro ante la magnifica experiencia real de sentir el Ahora.

De que sirve planear un futuro maravilloso si no tenemos un presente que valga la pena ser vivido, además, quien garantiza que el futuro planeado se hará presente y cuando.

Aquí está el secreto. Habrá futuro sin dolor si vivimos un ahora rico y sólo revisando el pasado cuando sea útil al ahora.

Alguna vez observaron como vive su vida un niño en sus primeros años?

Verán que ellos viven sin límites, siempre tratando de llegar un poco más allá. Ellos no tienen pasado y no miden el futuro porque no tienen noción de tiempo.
Los niños a los 7 meses de vida no piensan que en 3 ó 4 meses más estarán caminando, y que seguramente en otros tantos habrán aprendido a correr o que simplemente en 3 horas estará la cena. No, no es así.

Los niños crecen tanto en sus primeros años porque sólo usan su energía para vivir el Ahora, el ayer no existe y el futuro no tiene dimensión.

Esto hace que todos sus actos sean verdaderos, que el amor que dan es eso, AMOR puro y verdadero, sin pedir o esperar nada a cambio.

Lo dan porque lo dan, no hay reclamo ni intereses, solo hay AMOR.

Talvez si pudiéramos comenzar a dar amor sin esperar nada, si no regresa no habría reclamo y si nos dan amor sin pedirlo lo recibimos mejor y se potencia con el nuestro y nos inunda y será puro y verdadero y valdrá la pena vivirlo.

¿Vale la pena gastar energía reclamando que nos amen, que sean más cariñosos? Si es mejor dar amor y cariño que todo lo demás viene solo.

Y lo realmente bueno de todo esto es que como no malgastamos energía en el reclamo, cuando nos dan amor y cariño, tenemos toda la energía intacta para hacerlo más grande y poderoso.

Y esto no es poco.

1 comentario:

Aby dijo...

Hola Marcelo!
Gracias por pasarte por mi blog. Te contesto en esta entrada y no en alguna mas reciente porque esta es realmente interesante para mi.

Solo decirte gracias y que voy a tener tu blog muy presente. De los mas interesantes que he encontrado.

Un saludo!