domingo, 26 de junio de 2011

Secretos que no debieran ser

Son secretos un sin fin de cosas que se nos escabullen porque elegimos vivir corriendo… o porque no nos queda otra, la vida no nos dio chance de elegir en algún momento y hoy es casi… por inercia.

Y así vivimos… corriendo, casi sin tiempo para tomarnos un respiro y con un objetivo largo que evita nos detengamos un segundo a ver donde estamos parados… a ver quien está o paso a nuestro lado… casi sin chistar.

Y miramos que hacer, para donde ir y como…

En un mundo que corre, no podemos No correr… nos pasaría por encima… pero si podemos elegir cuando parar un poco… escuchar… nos.

Muchas veces nuestra voz interior parece muda… en realidad está disfónica de tanto gritar y ser ignorada… Aunque en realidad no la ignoramos, la sentimos como un murmullo tapado por el ruido externo de nuestro habitat.

Este ruido es tanto que hasta hace que nos olvidemos de nosotros mismos y simplemente transitamos para otros perdiendo el objetivo de ser el centro que irradia luz a todo lo que nos rodea.

Es como meterse dentro de casa un día de viento… porque nos despeina…

Si dar un beso… despeina…
Si correr… despeina

Si bailar… despeina
Si hacer el amor… despeina
Si mirarte a los ojos y dejar salir lo que tengo dentro… despeina

¿Por qué no? Vivir despeinado.

El secreto más grande es soltarse… es dejarse ser… es, simplemente, detenerse un poco… para después correr y dejar que el aire que atravesamos… nos despeine.

lunes, 20 de junio de 2011

Que es el SER, realmente.

El Ser es infinito y es unir internamente todas nuestras distintas facetas en una sola cosa, sin tensiones, y desde allí manifestarlo de múltiples maneras, cada una con sus particularidades, funciones, facultades y poderes.


El Ser auténtico proviene desde la más pura y elevada región divina y trascendente y, desde allí, podemos entender que son unidades conscientes e independientes.



Nuestro Espíritu nos impulsa al trabajo sobre uno mismo por medio de nuestra Esencia, sin embargo, nuestra pureza se va perdiendo a medida que nos vamos convirtiendo en adultos, convirtiéndose en su totalidad por el ego.



SER vs EGO… ¿3 contra 3…?



En la vida tenemos dos opciones… integrarnos con el SER o con el EGO.



Parece una lucha despareja porque el EGO se muestra muy fuerte y nos muestra permanentemente que tan bien vivimos con él como líder de nuestra vida.



El ego es tan poderoso que comprende todo lo bueno que es el conocimiento…



Para poder elegir entre SER o EGO tenemos que aprender la diferencia entre vivir sin tensiones o vivir con los dientes apretados. Lo primero propone vivir disfrutando todas las cosas y lo segundo vivir en una lucha permanente, con nosotros mismos.



Desde el SER encontramos los valores del Espíritu y de estos emergen las bellas artes, sea un cuadro, una sinfonía musical, una escultura, un libro, una obra arquitectónica, la danza, el canto…



Todos esos valores son innatos en nosotros pero su manifestación será a través del SER o del EGO, allí comienza a verse la diferencia.



Entre los valores trascendentes del Espíritu tenemos el amor, la verdad, la belleza, el altruismo, la templanza, la voluntad verdadera, la paciencia, la serenidad, etc. y para integrar las partes del Ser debemos rebelarnos con nuestra propia naturaleza egocéntrica, que es la antítesis, si es que en realidad anhelamos que el Ser se manifieste completamente en nosotros.



Si pensamos que “Somos por afuera tal como somos por dentro”, hay que equilibrar el Ser con el Saber, pero antes que nada necesitamos hacer conciencia de lo que es el SABER.



Alguien puede “saber” mucho de fabricar automóviles, puede conocer la Medicina, la Jurisprudencia, o puede haber estudiado realmente en diversas escuelas que hablan del SER y del espíritu y de todo lo bueno que esto trae y poseer una gran erudición, sin embargo podría suceder que esa persona tuviese una muy baja moral. ¿De qué serviría poseer una gran erudición y todos estos conocimientos si no tenemos desarrollados al SER INTERNO, si poseemos, dijéramos, defectos horripilantes? De nada serviría eso.



Ser y Saber son relativos y existen distintos grados de Saber. En cuanto al Ser, también todo es relativo, hay quienes tienen más desarrollado el Ser que otros y no hay duda de que el Ser (por ejemplo) de un Santo (Sai baba, Madre Teresa, etc), está más desarrollado que el de un perverso, podemos afirmar que cada persona tiene SU nivel de Ser.



Lo más importante que se necesita tener un equilibrio muy especial para lograr un SER en toda su dimensión sin importar su nivel.



Conseguir el SER en su nivel más elemental es poner en sintonía el equilibrio Mente-Corazón… reducir a cero el conflicto entre lo que quiere nuestra mente y lo que quiere nuestro corazón… cuando esto sucede es que resultamos ser un “BUEN DUEÑO DE CASA”.



Ser un “Buen Dueño de Casa” nos invita a la reflexión.



Lo que queremos es alcanzar la UNIDAD DE LA VIDA, integrarnos, convertirnos en Individuos perfectos y eso es posible trabajando sobre nosotros mismos, eliminando nuestros propios errores psicológicos. Si lo logramos, nos convertimos en Individuos con sabiduría e iluminación.



Así es, solamente uniendo el Ser y el Saber, se llega a la comprensión verdadera, y solo con comprensión verdadera podemos trabajar sobre nosotros mismos para pasar de un Nivel del Ser, a otros Niveles del Ser más elevados y profundos.



Elevado y profundo? Si porque para llegar lejos debemos ir muy dentro de nosotros para sacar lo mejor, nuestra esencia.



Es así que nos hacemos íntegros, únicos y completos, y ello solamente es posible subiendo por las distintas etapas que forman los Niveles del Ser.



Es así que entramos en sintonía con los otros… con esos que están a nuestro mismo “nivel del Ser” y nos potenciamos y se hace más fácil ir por el siguiente nivel… sin olvidar el sendero que hemos transitado.



Hay muchas personas que se dan cuenta toda esta cosa “espiritual y del SER” y cuando se miran al espejo sus mentes perciben que están perdiendo “fuerza” y es cuando sus egos fabrican una fachada Espiritual y es así como se “acorazan” en esas personas adoptando un discurso pseudo espiritual… transformando una manera de vida en una herramienta de vida.



Estas fachadas son muy difícil de ver excepto al circulo íntimo no embelezado por esas personas… pero cuando es advertida es muy fácil verlo y esas personas se desdibujan.



Conocí una de éstas personas y, cuando me contaron acerca de esto… simplemente lo desestimé, pero el tiempo me hizo ver ciertas conductas que cada vez hacían más real la verdad.



De esto nada malo para el “actor”, es decir… él se lo pierde, pero podría serlo para quienes “compraron el discurso de buena fe y sienten la necesidad de SER” ya que caído éste… el daño puede ser enorme.



Y desde aquí… ¿Es posible mezclar frivolidad y SER?



Definitivamente No, pero no debemos olvidar que transitar por los extremos nunca nos llevará a buen puerto, Ni tanto de uno ni tanto de lo otro.



Equilibrio, siempre. De eso se trata, definitivamente.



Y finalmente… una pregunta. ¿Cuántas veces pensamos que esa persona podría ser mucho más con sólo proponérselo?... y los abandonamos porque no aprovechan su potencial.



¿No nos damos cuenta que, tal vez, eso que podrían ser a ellos no les interesa y si a nosotros?



Tal vez, si así fuese… podríamos mirar a esa persona y comprender que eso que pensamos es bueno para él no necesariamente esa persona tiene en sus necesidades.



Desde este nuevo lugar es posible ver a los demás como seres íntegros en lo que son que vivirlos de una forma más completa.



TU ERES LO QUE QUIERES SER, NO LO QUE YO QUIERO QUE SEAS.


sábado, 11 de junio de 2011

NADA QUE PERDONAR‏



Hoy leía un artículo que relataba un cuento en el que un monje budista estando con sus discípulos fue agredido por un hombre contrario a lo que él profesaba.





El monje le dijo a este señor…-“Mire lo que usted generó en nosotros, nos expuso como un espejo muestra el verdadero rostro. Desde ahora le pido por favor que venga todos los días, a probar nuestra verdad o nuestra hipocresía. Usted vio que en un instante yo lo llené de amor, pero estos hombres (sus discípulos) que hace años me siguen por todos lados meditando y orando, demuestran no entender ni vivir el proceso de la unidad y quisieron responder con una agresión similar o mayor a la recibida.



Regrese siempre que desee, usted es mi invitado de honor. Todo insulto suyo será bien recibido, como un estímulo para ver si vibramos alto, o es sólo un engaño de la mente esto de ver la unidad en todo”.



Cuantas veces hacemos lo mismo… vivimos engañanadonos y engañando a los que nos quieren y son más importantes para nuestra vida por el simple hecho de sostener una careta por suponer “está bien”.





Claro que el agresor viendo lo sucedido le imploró su perdón por lo que hizo… pero el monje dijo… -“Entiéndame, claramente, para que alguien perdone, debe haber un ego herido; solo el ego herido, la falsa creencia de que uno es la personalidad, ese es quien puede perdonar, después de haber odiado, o resentido, se pasa a un nivel de cierto avance, con una trampa incluida, que es la necesidad de sentirse espiritualmente superior, a aquel que en su bajeza mental nos hirió. Solo alguien que sigue viendo la dualidad, y se considera a sí mismo muy sabio, perdona, a aquel ignorante que le causó una herida”.



Y continuó: “No es mi caso, yo lo veo como un alma afín, no me siento superior, no siento que me hayas herido, solo tengo amor en mi corazón por usted, no puedo perdonarlo, solo lo amo. Quien ama, ya no necesita perdonar.”



Para perdonar, necesitamos a alguien dispuesto a perdonar. Los ignorantes se van a sentir magnánimos por perdonar, se sentirán poderosos por dar su perdón, y quién es perdonado va a estar contento y tranquilo por serlo, va a sentir un reaseguro en su ego culposo, y así más o menos todos quedarán contentos y seguiremos en la vida, como si nada hubiera pasado”





¿Se puede entender la enseñanza?



Si hay alguien de quien pensemos que “nos debe algo”, “nos hizo algo”... y no podemos ver la perfección dentro de cada situación… dentro de la ilusión, PERDONEMOS





PERO...Que pasaría si nos preguntaran ¿a quien te falta perdonar? y en lugar de buscar los rostros y nombres de aquellos que nos dañaron (al ego), respondiéramos: ya no tengo que perdonar a nadie, YO LOS AMO.



Quién consigue aceptar que las cosas que nos suceden es parte de un plan maestro que tenemos que seguir para conseguir aprender lo que necesitamos podrá liberar en un instante años de rencor, resentimiento y enfermedad.





Por esto es que si el amor está en nosotros no será necesario perdonar nada porque cada cosa tiene una buena razón para ser, aún si al principio la viéramos como mala.

jueves, 2 de junio de 2011

Capítulos de nuestra vida...

Vida… una corta palabra que encierra casi siempre muchas décadas y que no dice mucho.



Como hacemos para que diga algo? Dividimos a la vida en etapas… en períodos. Generalmente están los naturales… niñez, adolescencia, adultez, ancianidad… otras podemos definirlas por los acontecimientos que nos acompañaban. La escuela, la secundaria, la universidad, la vida laboral…



Muchas veces las etapas se mezclan y trascienden de una etapa a la otra… Estas son las relaciones con otras personas… la familia, las novias, los amigos… los hijos.



Todo lo que comienza tiene un final que no siempre conocemos cuando será.



Hay finales que como los sabemos o intuimos, los esperamos y llegan y los archivamos en los recuerdos. Hay finales que, nos sorprenden. Llegan a nosotros por sorpresa. Por asalto y al no estar incluidos dentro de lo “previsto”… molestan, duelen y muchas veces nos resistimos a aceptarlos y nos negamos a ponerlos en el archivo de los recuerdos.



¿Qué nos pasa entonces?



Nos pasa que se transforman en pequeños monstruos que nos impiden vivir en mayor o menor medida. Dependerá de que tan grande sea ese monstruo.



Es necesario saber cuándo una etapa de la vida termina. Si insistimos en ella, en aferrarnos más allá del tiempo necesario, perdemos la alegría y el sentido de todo lo demás. Aprender a “cerrar círculos o puertas o capítulos” o como queramos llamarlo es lo que tenemos que hacer.



¿Se acabó tu relación, tu trabajo?,¿Tienes que dejar esa casa?, miles de situaciones… pueden ser y lo que No puede ser es pasar mucho tiempo de nuestro presente "revolcándonos" en los por qué, en revisar y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho y que tendríamos que haber hecho… Lo que tendríamos que hacer es no preguntarnos que “tendríamos que haber hecho” porque ese tendríamos no resolverá lo que sucedió y nuestro desgaste será interminable y nos robará el sueño.



En la vida Todos, tú, yo, nuestros amigos, los hijos hijos, los hermanos, todos y todas iremos cerrando capítulos, daremos vuelta la página, finalizaremos cada etapa y cada momento de la vida y seguiremos adelante.



No podemos vivir el presente añorando el pasado. Ni aún preguntándonos por qué. Lo que pasó, pasó! Punto… hay que soltarlo. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por nuestro bien y de todos los que nos rodean.



Es por eso que a veces es tan importante destruir recuerdos, hacer regalos, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y regalar libros.



Muchas veces para favorecer los cambios internos podemos ayudarnos cambiarnos por fuera. ¿Cómo? Muy fácil… cambiar el look, comprarnos algo que nos guste… ropa, calzados… cosas que nos hacen bien y actuarán como llave para cerrar la puerta de la etapa vieja y abrir la puerta de la nueva etapa. Estos cambios externos pueden simbolizar el cambio interior hacia la superación.



Dejar ir, soltar. En la vida hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta la página, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente… porque si no lo hacemos perderemos el “foco”.



Nada pero Nada de lo que hagamos hoy puede modificar los hechos del pasado, ya pasó. No hay que esperar que nos lo devuelvan, no esperemos que nos reconozcan, no esperemos que alguna vez se den cuenta de quiénes somos… Si soltamos el resentimiento y el rencor nos abandonará y no nos envenenara más… no arruinaran nuestro hoy.



Andar por la vida dejando "puertas abiertas" por si acaso, nunca podremos desprendernos y tampoco vivir lo de tenemos hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no se cierran?, ¿Posibilidades de regresar? ¿Para qué? ¿ Para más de lo mismo?, ¿Necesidad de aclaraciones? , ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra… olvídate. Charla contigo y convéncete que no vuelven, no por orgullo ni soberbia, sino porque haz entendido que tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese trabajo… en lo que sea.



Eres otro. Nada ni nadie es indispensable. Ni persona, ni lugar, ni trabajo.



Es un proceso de aprender a desprenderse y a desobligarse, y se puede lograr porque nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es que nos hemos acostumbrado, el apego y la necesidad se hicieron presentes.



Así que cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate de todo lo viejo, de todo lo que es lastre y comienza a salir adelante. Ganarás en tranquilidad, mejorará tu sueño… y… bien dormido, descansado… podrás dar comienzo a lo que verdaderamente deseas… Vivir tu vida! Así es la vida.