viernes, 14 de mayo de 2010

Reflexiones sobre la tristeza

A veces me encuentro triste, pero triste no es la palabra... es... como decir...

Congoja?

No sé... a veces me siento tirste... invadido por un sentimiento que se hace fuerte y me toma por sorpresa en cuanto bajé un poco los brazos...

Muchas veces nos sentimos así, es como se dice... "saudadi"... y nos pasa que buscamos estar solos y escondernos de los otros.... o salimos al mundo a aturdirnos con un millón de actividades que oculten nuestra tristeza.

Cualqueira de las dos es mala, pero si me dan a elejir... elijo la primera porque en un momento puedo tener la lucidez de preguntarme que me pasa.... ¡y contestarme!

Y desde allí puedo encontrar el camino de la recuperación...

Por que me sentía triste?... miles de cosas pueden ser causa pero, en general, la causa es la misma... no estamos conformes con nocotros... o con lo que hacemos o hemos hecho y como dejamos se escape la vida siendo espectadores y no los actores de nuestro vivir.

Cuando respondemos la pregunta, es mejor estar bien plantados porque reconocer esto puede sumergirnos aún más y no salir...

Por eso es que muchas personas le escapan a los silencios... "tienen miedo de escucharse"...

La tristeza es como un nudo que nos ata la garganta... es como que se nos llenan los ojos de lágrimas que no caen... es como que perdemos la mirada y la conciencia en una pared.... y nos aislamos del planeta.

Una buena manera de hacer buen uso de la tristeza es aprender a escucharnos, es aprender a mirar para adentro, es aprender a saber que nos pasa y a saber "QUE" queremos.

Si aprendemos a usar esos momentos, podemos transformarlos en momentos en los que cargar fuerzas para salir adelante.... y cada vez que salimos adelante a la tristeza la dejamos atrás...

La tristeza no es mala si aprendemos a hacer un buen uso de lo que ofrece.

La tristeza es como el contrapunto que nos permite ser felices verdaderamente... es la que nos dice en voz baja... muy baja que no hemos acertado el camino y debemos correjirlo un poco...

La tristeza es el motor de los grandes poetas... que nos muestran su magia en los más bellos poemas...

La tristeza es nuestro aviso interior que hay algo que no nos gusta y no sabemos que es si no nos exploramos.

sábado, 1 de mayo de 2010

Cuestión de actitud

La vida es según la actitud que adoptamos frente a lo que nos sucede.

Cada cosa que nos pasa podemos asemejarla a Piedras en nuestro camino.

Si estamos distraídos podemos tropezar con la piedra, si el enojo es nuestro guía la usaremos como arma, si somos albañiles podemos usarla para construir, o como asiento y descansar.

De niños (o no tanto)… jugar a la payana… o a ver quien llega mas lejos… arrojarlas al lago...

David venció a Goliat con una piedra y Miguel Ángel descubrió a “La Piedad”…

En todos los casos fueron “piedras” y los resultados… dependieron de que hizo cada uno con ellas.

En la vida sucede lo mismo, una piedra puede ser cuando nuestra empresa quebró… o cuando perdimos el trabajo, o una enfermedad… o cuando perdimos a nuestra pareja o si se fue a habitar una nube… o cuando un ser querido dejó éste mundo… a todo esto (y muchas cosas más) podemos considerarlo “piedras” pero está en cada uno de nosotros que hacer con ello.

Podemos elegir ser “victimas” ir llorando por los rincones contándole al mundo lo desdichados que somos o podemos hacernos fuertes y salir adelante con fuerza renovada.

Claro que no todas la piedras son iguales, algunas son realmente grandes y se ven imponentes sobre nosotros y parecería que nos superan… pero para cada uno de nosotros no hay imposibles… sólo hay “cuestiones de actitud” frente a lo que nos pasa.

Alguna vez, hace más de 10 años, a una compañera de trabajo a quien su novio la había dejado y estaba con el discurso… “yo sin él no soy nadie”… la frase me dio lugar a encontrar el porqué el novio la dejó y le dije…”no será por eso que te dejó?”...

Y lancé un desafío… “será entonces que si no es así, le demuestres que vos sos alguien” y rematé… “Nosotros siempre buscamos estar con alguien y no con nadie”…

Y como se hace? Me preguntó ella… Le dije, Diviértete, vé al cine con amigas, busca estar alegre que tienes mucho por que alegrarte… solo que porque lo tienes no le das importancia, permites que algo circunstancial te afecte… y te dejas vencer.

Y así lo hizo… y un día coincidieron en el mismo lugar… y hablaron… y se fueron juntos…

Ambos eran los mismos, tenían lo mismo que antes pero lo sacaban afuera y eran más atractivos…

Con el tiempo él le confesó a su novia (ya esposa) que cuando la había dejado no sabía porque lo hizo, pero había cosas que no le gustaban y tiraba hacia atrás la relación.

Así que, no demos más importancia a las cosas más la que merecen tener porque si no es así es seguro nos superarán y pueden lastimarnos mucho y no dejarnos crecer.